Estudios relacionados con el síndrome metabólico (SM) se concentraban en la reducción de peso y de grasa corporal como principales factores ejecutores de ese mal, que contribuía al aumento de riesgo en el desarrollo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2 y trastornos cardiovasculares.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Antioquia, en Colombia analizan que el problema no se limita al exceso de grasa en el abdomen u otra parte del cuerpo, sino que el síndrome metabólico está íntimamente ligado a la cantidad y calidad del tejido muscular.
Los científicos aseguran que estas complicaciones ocurren como consecuencia del estilo de vida moderno, inadecuados hábitos alimentarios, la obesidad y el sedentarismo.
Uno de los integrantes del grupo de investigación señaló que el problema es que el SM es una enfermedad que fácilmente puede mimetizarse o no ser diagnosticada claramente, y sobre la cual es necesario demostrar que a pesar de la relación que tiene con la obesidad y el sedentarismo, no es ocasionada solo por la acumulación de grasa en el organismo, sino también por el desarrollo muscular que pueda tener un individuo, y su calidad metabólica.
Los músculos pueden clasificarse como cardiacos, relacionados con el corazón; lisos, que están en el intestino, y músculos esqueléticos, generalmente pegados a los huesos. En este último se enfoca el estudio que inició la hipótesis de que el desarrollo muscular, en general y por segmentos corporales, se podría asociar con el SM.
Este trabajo, publicado por la revista europea Annals of Nutrition and Metabolism, indicó que las personas con SM tienen mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 y de presentar eventos cardiovasculares que generan, a su vez, una alta incidencia de enfermedades, y que la ganancia de masa muscular, en algunos casos, es una condición vital para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas.