Una prometedora vacuna hace titulares. Exploremos los avances en la práctica para combatir el virus
Cada cierto tiempo necesitamos actualizarnos de temas obligados. Esos que siempre están en la agenda científica, todos los años, todo el año. Uno de ellos es el combate sin cuartel que libran los investigadores por hallar un tratamiento contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Aún el año 2023 es joven, pero nos complace ya tener suficiente nueva información para ponernos al día con este asunto central de salud.
Resulta que la revista Medicine Nature ha publicado hace pocos días un artículo sobre el tercer paciente curado del virus, llamado el paciente de Düsseldorf y, por otro lado, una prometedora vacuna también hace titulares. Exploremos ambos avances para tomar nota de cuánto pueden significar en la práctica para combatir el virus.
El consorcio IciStem, coordinado conjuntamente por el University Medical Center de Utrecht (Países Bajos) y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Badalona (Barcelona), han investigado la curación de un paciente alemán que padecía de VIH, y fue sometido a un tratamiento con células madre en 2008.
Al paciente, cuya identidad ha sido resguardada, se le retiró el tratamiento antirretroviral contra el VIH de forma supervisada, tras someterse a un trasplante de células madre para tratar una leucemia mieloide que también padecía, y, cuatro años después, se reporta que el virus no ha reaparecido.
El estudio, que publica recientemente la revista Nature Medicine, ha demostrado la ausencia de VIH y de respuesta inmunológica contra este virus en el cuerpo del paciente, a pesar de no recibir tratamiento durante cuatro años. Los resultados ya permiten certificar que es un caso nuevo de curación.
Se trata de la tercera persona curada del virus, después de que en 2007 el llamado paciente de Berlín (confirmado en 2011) pasara por un proceso similar —a partir de un trasplante de células madre de una persona con inmunidad natural al virus— y de que el paciente de Londres (confirmado en 2020) también se sometiera al procedimiento con éxito.
Ahora, con el caso más reciente, un equipo médico de Düsseldorf (Alemania) diagnosticó la infección por el VIH a este paciente e inició el tratamiento antirretroviral estándar, que permite controlar la infección y reducir la cantidad de virus hasta niveles indetectables y sin capacidad de contagio.
Cuatro años más tarde, en 2012, el paciente sufrió una leucemia, por lo que fue sometido a un trasplante de células madre. En estos casos tan singulares se busca a una persona donante de células madre que tenga una mutación llamada CCR5 Delta32, que hace que el cuerpo no produzca una de las puertas de entrada del VIH en las células y, por lo tanto, sea prácticamente inmune a la infección.
Más de cinco años después del trasplante, y habiendo pasado por varias complicaciones, el paciente se estabilizó y el equipo investigador consensuó retirarle el tratamiento antirretroviral contra el VIH.
Javier Martínez-Picado, coautor del artículo publicado en Nature Medicine e investigador del IrsiCaixa, explicó a EFE que «han pasado diez años del trasplante y cuatro desde que se interrumpió el antirretroviral. Normalmente, cuando se para el tratamiento el virus reaparece en cuatro días, así que cuatro años es un período suficiente para anunciar que es un caso de curación».
El principal obstáculo a sortear por este tipo de tratamientos es la aplicabilidad a gran escala. Hasta el momento, no es posible considerar este tipo de tratamientos estándar, pues son extremadamente caros e invasivos.
Sin embargo, si tres veces los trasplantes de células madre de personas inmunes han resultado, los investigadores han podido evidenciar un principio básico para soñar con una cura a gran escala: el camino es trabajar sobre una proteína CCR5 Delta32, capaz de impedir la infección, con el objetivo de modificarla genéticamente e implantarla.
Pero además de este camino, otro enfoque viene ganando miradas desde finales del pasado año: una vacuna contra el virus.
La vacuna de dos dosis en primera fase de ensayo contra el VIH, anunciada a finales del pasado año, logró generar anticuerpos contra el virus en 35 de 36 personas (97 por ciento), sin efectos secundarios graves.
Aunque se ha visto que genera anticuerpos, todavía no está claro si la vacuna protege completamente contra el VIH, refiere el sitio especializado Quo. Pero según los niveles de anticuerpos generados por las dos dosis, se espera que sean necesarias dosis de refuerzo.
Este ensayo, desarrollado por la Universidad de Washington en Seattle, resulta muy prometedor, puesto que sería mucho más aplicable un régimen de tratamiento estándar a partir de vacunación, en comparación con los costosos trasplantes de células madre.
Este ensayo abarcó un grupo de 48 personas, y buscó probar el concepto de dos dosis de inmunización tras haberse probado en animales y en laboratorio.
Tras las inyecciones, todos los participantes proporcionaron regularmente muestras de sangre durante 16 semanas. De los que recibieron las dosis bajas o altas de la vacuna, el 97 por ciento tenía anticuerpos ampliamente neutralizantes específicos del VIH al final del estudio.
Vale la pena revisitar este tema dentro de algunos meses, para seguir el ritmo de ambos enfoques y comprobar si, en efecto, al menos uno de estos dos caminos nos lleva más cerca de la cura definitiva de este virus.
La lucha contra el VIH se va perfi lando entre el uso de células madre y las vacunas experimentales.Foto: Top Doctors.