El mes de junio trajo el (re)descubrimiento de dos especies de homínidos que reiteran la idea de simultaneidad en la evolución
Cada vez más, la antropología ratifica que las especies de homínidos que nos precedieron no siguieron una línea evolutiva continua. En lugar de ello, muchos de los diferentes tipos de «hombres» prehistóricos coexistieron al mismo tiempo sobre el planeta, aunque en regiones diversas.
El mes de junio trajo nuevos hallazgos que apuntan a esta teoría, con no uno, sino dos tipos de homínidos descubiertos, datados de fechas similares.
En Israel, se han encontrado fragmentos del cráneo de un individuo de ascendencia neandertal, que confirman una alternancia temporal entre poblaciones de esta especie y de Homo sapiens. Mientras en China se ha anunciado el descubrimiento del cráneo con las características más similares a los humanos modernos que se conocen hasta la fecha, y que ha sido bautizado con el nombre de Homo longi.
El director científico del Museo de la Evolución Humana de Burgos, paleoantropólogo español Juan Luis Arsuaga, integrante del equipo responsable del descubrimiento del cráneo en Nesher Ramla (Israel), calificó el hallazgo como «un paso muy importante», en una entrevista a National Geographic.
Según el especialista, el descubrimiento clarifica parte de la evolución humana, puesto que «hay una alternancia de poblaciones de linaje neandertal (existente hace entre 230 000 y 40.000 años) y sapiens, lo que implica intercambio genético, relaciones sexuales entre ambos».
Con este resultado, el estudio de estos restos de homínidos cuestiona la idea según la cual las distintas especies del género Homo habían seguido caminos separados. «Los neandertales en Europa y Eurasia y los sapiens en África y Asia se veían como evoluciones paralelas pero independientes. Este trabajo nos lleva a pensar que no han sido tan independientes, sino que ha habido intercambio de genes, enfatizó el experto.
Tal coexistencia, y aún más, la interacción interespecies, es indicador de que la zona de Israel es un corredor que conecta África con Eurasia y en esa área se han encontrado y convivido o reemplazado unos y otros, aunque de estar los dos juntos a la par no hay pruebas concluyentes aún, según ha afirmado Arsuaga.
Además, la idea tradicional de que los neandertales fueron una especie limitada regionalmente al área europea cada vez más se ve vapuleada por resultados como este, señalando a un región mucho más extensa de lo que se pensaba hasta ahora.
El segundo hallazgo que apunta a una nueva dirección para las teorías evolutivas es el del «hombre dragón», encontrado en Harbin, en el noreste de China, en 1933, pero realmente hallado por los científicos ahora, cuando su análisis ha revelado sorprendentes hipótesis.
En la década de los años 30, investigadores chinos descubrieron un cráneo antiguo que, ahora se comprueba, podría pertenecer a una especie humana completamente nueva. El equipo ha afirmado que es nuestro pariente evolutivo más cercano entre las especies conocidas de humanos antiguos, como los neandertales y el Homo erectus.
Apodado «hombre dragón» por haber sido hallado al borde del río Dragón Negro, en el territorio chino de Harbin, el espécimen representa a un grupo humano que vivió en el este de Asia hace al menos 146 000 años, lo que lo sitúa en la línea del tiempo simultáneamente con otros homínidos.
Uno de los principales expertos en evolución humana de Reino Unido, el profesor Chris Stringer, del Museo de Historia Natural de Londres, fue parte del equipo de investigación, y asegura a BBC que «En términos de fósiles en el último millón de años, este es uno de los más importantes descubiertos hasta ahora.
«Lo que tenemos aquí es una rama separada de la humanidad que no está en camino de convertirse en Homo sapiens (nuestra especie), sino que representa a un linaje distinto que evolucionó en la región durante varios cientos de miles de años y finalmente se extinguió», añadió.
Su análisis sugiere que está más estrechamente relacionado con el Homo sapiens que con los neandertales, y este hallazgo permite una rescritura de lo conocido sobre la evolución, como venían ya indicando anteriores estudios.
Por su unicidad, los científicos tuvieron que asignar al espécimen a una nueva especie: Homo longi, de la palabra china «long», que significa dragón.
El profesor Qiang Ji, de la Universidad GEO de Hebei, dijo que es uno de los fósiles de cráneos humanos tempranos más completos jamás descubiertos y destacó a medios internacionales que esta especie tenía un cerebro tan grande o al menos muy comparable con el del Homo sapiens.
«Tiene una combinación de características primitivas y (más modernas), que se distingue de todas las demás especies de humanos», explicó el investigador, quien describió a la especie como un homínido robusto, de grandes labios, dientes y cuencas oculares.
Según el profesor Xijun Ni de la Academia China de Ciencias, «el nuevo linaje que hemos identificado y que incluye al Homo longi es el verdadero grupo hermano del sapiens», algo que desbancaría a los neandertales del puesto de parientes más cercanos de los humanos modernos, pero que ha sido recibido con prudencia por otros investigadores.
Estas especies diversas coexistieron e influyeron las unas en las otras, y la interconexión entre especies tuvo mayor frecuencia de lo que se pensaba.
El hombre dragón es solo otro de varios hallazgos de restos humanos descubiertos en China que han resultado inclasificables y que han abierto la polémica sobre si estos restos representan ejemplos primitivos de Homo sapiens, neandertales, denisovanos o algo completamente diferente, pero sobre todo, apoyan las teorías de que la evolución humana no fue una línea continua y claramente definida hacia un único fin, y mucho menos la sucesión temporal de una especie detrás de otra.
Probablemente es hora de asumir que numerosas especies de homínidos pudieron convivir en simultáneo en este mundo, y los más asombroso, relacionándose muchas veces entre sí con mayor soltura de la que jamás sospechamos.
Estos breves restos de Nesher Ramla, en Israel, apuntan nuevamente a las teorías de simultaneidad. Foto: National Geographic
El cráneo del hombre dragón es peculiar por las enormes cuencas oculares y arcos de cejas pronunciados. Foto: BBC
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