En la ciudad de Hierápolis hace 2 200 años los romanos utilizaban una cueva, conocida como la Puerta del infierno, para sacrificar animales, los cuales morían apenas llegaban al lugar
En la ciudad de Hierápolis, en la antigua Frigia, ahora Turquía, hace 2 200 años los romanos utilizaban una cueva, conocida como la Puerta del infierno, para sacrificar animales, los cuales morían apenas llegaban al lugar. El griego Strabo cuenta que se observaba un espeso vapor que salía de la enigmática puerta, tan brumoso y denso que apenas se podía ver el suelo. Según reseña la revista Science Alert, recientemente investigadores de la Universidad de Duisburg-Essen, en Alemania, descubrieron que la causa de tan letales efectos se debe a la actividad sísmica bajo la tierra en ese sitio, fenómeno que emite grandes cantidades de dióxido de carbono volcánico. Este gas es disipado por el sol durante el día, añade el medio, pero es más mortal al amanecer después de una noche de acumulación.