Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Aprendizaje infinito

Autor:

Ledys Camacho Casado

Todo en estos 30 años en el semanario Opciones ha significado aprendizaje. Una vida laboral enriquecedora, llena de altibajos, siempre en constante impulso de superación sobre todo por lo que implica asumir el periodismo económico, desde términos y concepciones que se deben emplear en cada nota o artículo que refleje la realidad en toda su complejidad y matices, hasta la preparación previa que requiere entrevistar a un experto, acceder a una fuente, consultar bibliografía o procesar un texto con inmediatez y objetividad.

Llegaron casi de forma obligatoria los cursos de posgrado, diplomados, talleres y cuantas acciones de capacitación fueran posibles para emprender frente a cada cuartilla en blanco una nueva aventura periodística con todos los requerimientos gramaticales y reglas de redacción probables, con la mayor claridad y credibilidad posibles, sin aspavientos pero perdurables, comprensibles y razonables. Eso es lo que exige escribir de economía a una obrera de la pluma, sin más pretensiones que exponer, comentar o sistematizar en datos y cifras lo que acontece hasta lograr un producto final expuesto en una vitrina comercial.

Cada evento, congreso, feria, cumbre, resulta una enseñanza. Y el proceso editorial, las tormentas de ideas, el titular como gancho noticioso o la redacción directa y las frases cortas, se añaden al acervo cotidiano. La responsabilidad de ofrecer información sobre cotización en bolsa, comportamiento de mercados, tasas y tipos de cambio, cada semana, ponen en tensión los conocimientos, y el estudio constante se convierte en natural y necesario.

 Y lo mismo asumes el cierre de edición, que la corrección de estilo, y de redactora reportera te conviertes en coordinadora, analista de contenidos para publicar la columna de la semana financiera, y  ya no sabes cuál es tu verdadero rol en un semanario que ves nacer y crecer y luego de impreso, lo mismo empaquetas que distribuyes entre los clientes, y sientes que el salto ha sido rápido, tan veloz que piensas no poder incorporar a tu quehacer las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, que dejar atrás una Underwood resulta imposible y al final, la digitalización gana la batalla: la internet llegó para quedarse por siempre.

Pero lo más importante que nos ha pasado es contar con un equipo de trabajo sólido y dinámico que hace de cada jornada un jolgorio de enseñanzas, porque eso es la vida. Y entonces sucede que la familia de sangre se une con la laboral, y los hijos, sobrinos, nietos, padres y primos de los otros son cada vez más nuestros.

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