Llegamos de todos lados: Asia, África, Europa, Latinoamérica: 60 voceros y voceras hablando sobre comunicación política, bloqueo digital, plataformas de comunicación, medios alternativos y el funcionamiento de las redes sociales.
¿En Cuba? ¡Sí, en Cuba! Y es que el bloqueo ha generado una red de solidaridad a lo largo y ancho del mundo, sin precedentes. Mientras en la ONU varios países votaron a favor de levantar las medidas coercitivas impuestas por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica a Cuba, las organizaciones sociales y políticas hacemos también lo que nos corresponde: tejer y fortalecer un engranaje de pensamiento y de acciones para cobijar al país caribeño que se debate entre las medidas de muerte impuestas desde el norte, y las medidas del amor y la vida que propaga por el mundo, no solo a través de sus brigadas médicas o las brigadas de alfabetización, sino también por la expansión del pensamiento y guía de Martí, Fidel, el Che, Haydée, Vilma, Raúl y hoy de Díaz-Canel, quien debe enfrentar no solo el ilegal bloqueo, sino que Cuba esté en el listado de países terroristas del mundo.
Lo anterior significa que el bloqueo no solo afecta a la isla, sino a cualquier otro Gobierno, empresa o persona que apoye, negocie o comercialice con Cuba, medidas que laceran al pueblo, lo hieren de muerte y que merman cualquier posibilidad de inversión y de desarrollo en la isla, más allá de los apoyos limitados que reciben de los países no alineados.
Mientras caminábamos al ritmo del son cubano y las bebidas de hierbabuena de La Habana Vieja, decidimos generar una red de comunicadores que desde la izquierda brinden la información que no encontraremos en los medios de comunicación monopólicos; decidimos llevar de la mano la comunicación analógica y la digital, la educación popular de calle y las redes sociales. La mirada intergeneracional fundamental para comprender el mundo de las plataformas que mueven a los centennials, escuchar las voces de Bruno Lonatti, Jerónimo Zarco o El Necio, fue profundamente enriquecedor y de vanguardia. Pero esto, que requiere de un fuerte trabajo para hacerlo realidad, se complementa con la actuación de los diversos institutos de formación y capacitación política de la región, de poner contenido en las discusiones digitales, de nuevas retóricas y estéticas discursivas. El Instituto Patria, el Instituto Lula, la Casa de las Américas, el Instituto para la Democracia Eloy Alfaro (Ideal), entre otros, nos articularemos alrededor de una escuela para comunicadores populares de la región.
El coloquio cerró con un evento masivo en las históricas escalinatas de la Universidad de La Habana; por primera vez en Cuba hubo video mapping, escuchamos las palabras de los grandes del continente y se cerró con la música de Buena Fe (que a propósito se los recomiendo). Este acto por sí mismo constituyó un desafío al bloqueo.
Que todo sume para hacer posible una comunicación emancipadora, que todo sume para buscar la libertad plena de nuestros pueblos, que nuestras voces sumen al fin del bloqueo en Cuba, que nuestra palabra rompa mitos impuestos por una retórica hegemónica y que nuestro amor esté siempre presente en las grandes causas transformadoras de nuestros pueblos.
Por más encuentros Patria. Por más Cuba para el mundo.
*Directora Ejecutiva de Ideal