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Más demoras para encubrir al terrorista

Autor:

Juventud Rebelde

Un panel de tres jueces en Nueva Orleans escuchó este miércoles argumentos orales sobre el proceso que la Fiscalía tiene entablado contra Luis Posada Carriles por mentiroso.

En vez de procesarlo por asesino o terrorista, o extraditarlo a Venezuela por 73 cargos de homicidio calificado en la voladura de un avión de pasajeros, el Departamento de Justicia pretende simplemente acusarlo de haberle mentido a un oficial de Inmigración sobre su manera de ingresar a Estados Unidos en 2005. La evidencia dice que llegó a la Florida en una embarcación llamada Santrina con la ayuda de cinco cómplices, y Posada insiste que ingresó en un camión desde Cancún por la frontera de Estados Unidos y México.

El Tribunal del Quinto Circuito de Nueva Orleans tiene jurisdicción sobre el caso de fraude inmigratorio contra Posada Carriles, porque es el que revisa las decisiones tomadas por la corte de primera instancia en Texas, donde inicialmente se ventiló el proceso judicial.

La jueza Kathleen Cardone, en el juicio inicial, desestimó los cargos de fraude inmigratorio contra Posada el 8 de mayo de 2007. La Fiscalía apeló esa decisión al Quinto Circuito el 5 de junio de 2007.

Posada mintió durante su entrevista con los oficiales de Inmigración para proteger a los cómplices que lo ayudaron a venir ilegalmente a Estados Unidos. No quería que pudieran ser acusados de tráfico de un terrorista indocumentado, porque ese delito conlleva más de 30 años de prisión.

El principal cómplice que Posada quiere proteger es Santiago Álvarez Fernández-Magriñá. Propietario del Santrina, Álvarez es un terrorista que cumple una leve sentencia por poseer un arsenal de armamentos en el sur de la Florida.

El mes pasado, Cuba presentó evidencias de que el Jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, ilegalmente llevó dinero de la fundación de este terrorista a algunos supuestos disidentes en La Habana. Esto muestra, una vez más, la estrecha relación entre la Administración Bush y los terroristas cercanos a Luis Posada Carriles. Por eso, no nos asombran las tácticas dilatorias de la Fiscalía en torno al caso.

La conducta de la Fiscalía durante el proceso inicial fue tan chapucera que la jueza Cardone dijo que el gobierno había utilizado «tácticas de fraude, engaño, y trucos que son tan enormemente impactantes e indignantes que violan todo sentido de justicia universal».

Lo curioso de este proceso es que la Fiscalía sigue insistiendo en mantener vivo el caso de fraude inmigratorio, y ayer volvió a insistir en la legitimidad del caso. Al desestimar los cargos, la jueza Cardone dijo que aunque el jurado lo condenara por haberle mentido a Inmigración, el tribunal tendría que liberarlo, ya que bajo las guías federales de sentencias el máximo plazo de prisión que Posada pudiese recibir está limitado a un año. Debido a que Posada ya ha estado preso por más de un año, Cardone dijo que tendría que liberarlo inmediatamente si fuese condenado por ese leve delito.

El interés principal de la Fiscalía es demorar, demorar y demorar el caso lo más posible. De esa manera, puede utilizarlo como pretexto para no extraditar a Posada y permitir que el Departamento de Estado defienda la conducta de la Casa Blanca ante los foros internacionales que critican al presidente Bush por no extraditar o enjuiciar al terrorista.

Ambas partes disponían solo de 20 minutos en la vista oral para argumentar los puntos legales. La fiscalía argumentó que los problemas de la traducción de las declaraciones de Posada no eran tan dañinos como para que la jueza Cardone justificara la desestimación de los cargos. La defensa de Posada replicó que el juez de primera instancia no se equivocó y que Posada no mintió sobre su ruta de ingreso a Estados Unidos. Dijo esto pese a la abrumadora evidencia de que Posada entró a Estados Unidos en el Santrina.

El panel no tiene un plazo para tomar una decisión. Se tomará el tiempo que estime necesario. Cualquier decisión que tome puede ser apelada por la parte que pierda al tribunal en pleno. Si el pleno acepta la apelación, eso demoraría el caso aún más y más y más.

Mientras tanto, Posada Carriles goza de plena libertad en Miami e incluso el gobierno de Estados Unidos le permite incitar a sus seguidores a la violencia, como hizo el pasado 2 de mayo en Miami, cuando le pidió a una audiencia de 500 personas que afilaran los machetes para derrocar al Gobierno cubano.

Estados Unidos no tiene fuerza moral para acusar a Venezuela de auspiciar el terrorismo. Mientras que el presidente Chávez aboga por un acuerdo humanitario en Colombia que permitiría el cese de las hostilidades en ese país vecino y la liberación de los rehenes, Estados Unidos protege y cobija al terrorista más tenebroso del continente, Luis Posada Carriles. Un asesino y torturador que admite abiertamente haber trabajado para la Agencia Central de Inteligencia precisamente durante los años que torturó y asesinó a cientos personas en este continente.

¿Cómo se explica el afán del Gobierno de Estados Unidos de proteger a este terrorista? ¿Será porque tiene influyentes amigos en la Casa Blanca? (Fragmentos)

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