Las autoridades de Aduana de Miami han vuelto a plasmar en anuncios lumínicos el poder que tiene allí la ultraderecha anticubana, los compromisos establecidos por esta en el status quo y, de paso, pusieron en ridículo el discurso estadounidense acerca de la prensa libre y la libertad de expresión. ¿O es al revés la ecuación?
Durante siete días y sin causa oficial aparente, los funcionarios aeroportuarios tuvieron retenido un documental que, por fin, ya ha sido retornado a las manos de su realizador, el venezolano Ángel Palacios. Claro que, si lo que se buscaba era frustrar el propósito que llevó el filme hasta allí, debe reconocerse a los funcionarios aduaneros de Miami que de alguna manera, lo lograron.
En Miami también repudiaron al terrorista Posada Carriles. Foto: Reuters Se trata del documental que activistas sociales estadounidenses involucrados en una real lucha contra el terror —y críticos de la falsa cruzada de Bush— iban a proyectar en El Paso, Texas, el 11 de mayo: una jornada de protestas contra la impunidad que Washington ha concedido a Luis Posada Carriles. En tal sentido, debe reconocerse que el material es realmente explosivo y «subversivo». Muchos cubanos lo vimos ya: se titula Terrorism made in USA, y recoge testimonios inéditos de venezolanos torturados por Posada cuando, en la DISIP, se hacía llamar Comisario Basilio.
Con entusiasmo, Gloria La Riva, dirigente de la organización Free the Five y muy cercana a la coalición ANSWER —organizadora de los actos— había adelantado a este diario la idea de mostrar el documental como parte de una jornada que se extendió de El Paso a otras ciudades de Estados Unidos, y donde lo central no era solo protestar sino, además, brindar argumentos al ciudadano medio sobre la necesidad de esa protesta. La justicia, coartada por decisiones políticas que solo estimulan más terror, es lo que estaba detrás.
Sin embargo, la cita convocada por ANSWER y Free the Five en El Paso fue exitosa. Y el documental, realizado por Panafilms en coproducción con Telesur, de cualquier forma ha sido visto ya en ciudades como Washington, California, y la propia Florida, gracias a envíos por medios electrónicos y otros que su realizador denominó «más discretos».
¿Qué decidió la retención durante una semana del documental en Miami? ¿Influencia de la cohorte terrorista de Posada? ¿Censura de un gobierno implicado, como se sabe, en sus tropelías?
Tal vez sea el reconocimiento de que, como Free the Five y ANSWER saben, la ciudadanía estadounidense todavía necesita muchos argumentos para conocer las verdades.