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En medio del derrumbe

Autor:

Juventud Rebelde

Contrario a los augurios de las pitonisas y los pitonisos del patio y de Washington es aquí y no en Cuba donde se derrumba el régimen. Aunque en medio del derrumbe la ultra derecha cubanoamericana, sus aliados y clientes políticos en el Congreso se parapetan en trincheras de millones de dólares para defender y mantener la cruel y fallida política de agresión permanente en contra del pueblo cubano, que tan pingües ganancias les ha dado.

Es la magnitud de la matanza y derrota en Iraq lo que ha precipitado la catástrofe política en Washington. El desmembramiento de esta Administración se verifica casi a diario en el desarrollo de los diferentes escándalos que tienen como testigo a la nación entera.

En relación con la guerra en Iraq, el rechazo cada vez más sólido de la inmensa mayoría de la población se afianza con el resultado diario de la voluntad de resistencia del pueblo iraquí. Cada vez más la mayoría del pueblo estadounidense deja de creer en las mentiras a que ha sido sujeto desde el 11 de septiembre del 2001. Ha dejado de creer en los partes diarios sobre la guerra del Pentágono, la Casa Blanca y el Alto Mando militar estadounidense en Bagdad debido a la constancia concreta de la matanza resultado de la guerra. Es cada vez más fuerte la certidumbre de que mientras más soldados norteamericanos sean enviados a Iraq más muerte será el resultado —la de norteamericanos y la de iraquíes—, y más temibles las consecuencias de la inevitable derrota estadounidense.

La Administración nubla la realidad de la guerra. Ofrece la cifra de los soldados norteamericanos muertos en combate, la cual supera los 3 200 y tantos, pero siniestramente pocas veces, si alguna, hace referencia al número de soldados norteamericanos heridos en la guerra, cifra esta que oscila entre estimados de 26 000 a otros de 74 000.

Igual sucede con las cifras relacionadas con el total de muertos iraquíes como consecuencia de la guerra. Se cita la cifra de 200 000 y también la de 600 000 muertos. Lo mismo también ocurre con el costo total de la guerra. Actualmente el Congreso está considerando un nuevo presupuesto anual para la guerra de unos 100 000 millones de dólares. Los estimados del costo total de la guerra oscilan entre los 250 000 millones y los 607 000 millones o más.

Se suma a esta situación el escándalo del deplorable estado de los hospitales militares y la vergonzosa atención recibida por los soldados norteamericanos heridos en las guerras de Iraq y Afganistán. Escándalo que ha sido consecuencia de los reportajes del diario The Washington Post sobre la situación del hospital militar Walter Reed —en la capital federal— que ha conmovido a todos. Hasta el sector más conservador de la población, el último baluarte de apoyo de la Administración, se espanta ante semejante ineptitud e inhumanidad.

En medio de esta catástrofe política, en las sombras se yergue el sector ultraderechista cubanoamericano en el Congreso, confiado en que los millones de dólares que tiene a su disposición puedan comprar suficientes congresistas y senadores, en este tumultuoso y competitivo año electoral, para impedir las tan justas y necesitadas reformas a la política norteamericana en contra del pueblo cubano. Política que también niega el derecho de viaje a Cuba, para visitar a nuestras familias y otros seres queridos, a los cubanos que vivimos acá.

¿Alguien duda que en un proceso electoral como el actual —todavía a muchos meses de las elecciones, andando ya a todo tren la campaña política—, no haya muchos congresistas y senadores «indecisos», que sucumban a la tentación de los millones de dólares a disposición de este sector ultraderechista?

Lo que debemos preguntarnos es de dónde salen todos esos millones. ¿No será el tesoro público la fuente de todos esos milloncitos? ¿Adónde han ido a parar muchos de los millones presupuestados para proyectos fantasmas en contra del gobierno cubano? ¿No será que han tenido como destino las cuentas que llenan los cofres de todos esos PACs (Comités de Acción Política, por sus siglas en inglés), fundaciones y personajes de la ultraderecha miamense que ahora financian este nuevo ardid en contra de lo justo?

Una pronta, profunda y honesta investigación por las autoridades congresionales competentes sobre la suerte de todos esos cientos de millones de dólares presupuestados por esta Administración a favor de sus aliados de la ultraderecha miamense, podría descubrir la verdad y así dar al traste con las actuales pretensiones de ese sector en el Congreso.

*Director de Areítodigital

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