Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Eterna buganvilia de las cubanas

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

Fue la niña audaz y amorosa que compartía lo mismo la experiencia de trepar un árbol que una clase de francés con sus hermanos y vecinos.

La adolescente espigada y de maneras elegantes, pero también  estudiosa, amante de las ciencias, especialmente las matemáticas, con una bella voz de soprano y cualidades para la danza.

La muchacha transgresora que cuando le llegó el tiempo de ir a la universidad, escogió entre todas las carreras posibles la de Ingeniería Química Industrial, un terreno por aquel entonces exclusivo de hombres, decía que para contribuir, desde su especialidad, al futuro tecnológico del país.

Como escribiría la hija de una de sus hermanas de lucha, Haydée Santamaría, lo tuvo todo para ser princesa: cuna de seda, belleza, inteligencia, pero prefirió recibir una clase de Historia de Cuba de aquel maestro, hijo de un ayudante de Antonio Maceo, y ser consecuente con la educación que le dieron sus padres.

«Me tocó hacer en aquellos días», diría una vez.  Y entonces hizo; tanto, que su huella, intrépida y delicada,  aún nos alcanza.

Todavía nos parece verla desenvolviendo ardores e ideas en pos de la oficialización de la Universidad de Oriente, el centro de altos estudios que necesitaba la región;  irguiéndose decidida ante la noticia infausta de que Batista había tomado el poder: «Ha llegado la hora, queremos cumplir con lo que nos toca».

También imprimiendo y distribuyendo volantes con versos de José María Heredia, «para que la población leyera del clamor de la libertad desde la belleza de la poesía»; retando a la cara a un esbirro sanguinario en una manifestación callejera, en nombre del luto de las madres.

Puede sentírsele decidiendo e imponiéndose al dolor ante la pérdida del jefe, del amigo: «Le mandé a poner el uniforme con el grado de coronel, la boina sobre el pecho y una rosa blanca sobre ella…»; o suavizando jornadas difíciles de monte y guerrilla en las montañas del II Frente con un manojo de viejas canciones cubanas.

Con la misma fuerza que enfrentó a un ejército en el llano o la Sierra, se levantó contra siglos de discriminación y prejuicios hacia la mujer después del triunfo del Primero de Enero, una batalla más difícil que las propias luchas libertarias.

Demostró con su ejemplo que el hogar y la Revolución no eran incompatibles; convirtió en leyes, instituciones, proyectos, sus concepciones acerca de una verdadera cultura de la igualdad y fue el alma de la familia cubana.

Nada le fue ajeno, desde la ropa cómoda y la sillita adecuada que debían llevar los niños en un círculo infantil, hasta cambiar la historia de una bailarina de cabaré discriminada; enarbolar las razones de las mujeres en Revolución en la más encumbrada tribuna internacional y atender hasta el detalle la última voluntad de un compañero de luchas.

Este 7 de abril cumpliría 88 años Vilma Lucila Espín Guillois, serenidad hecha sonrisa, cual las buganvilias, que según sus allegados eran sus flores preferidas; con la pureza de las blancas, la ternura de las rosadas, la fuerza de sus tallos siempre resistentes al sol y la sequía.

Con su andar legó a las cubanas de todos los tiempos un excelso modelo de mujer. Por eso este día se suceden los homenajes en todo el país.

En su Santiago natal, desde las salas del Memorial que lleva su nombre, las mismas que la vieron erguirse en la intimidad de la vida familiar, otra vez féminas de diferentes edades y generaciones volverán a evocar su impronta en los talleres Vilma en la memoria y Por siempre tu sonrisa.

En el II Frente, donde se jugó la vida, conoció el amor, y nos ilumina desde un monolito rodeado de helechos y califas rojas, recibirá el tributo de las serranas a las que regaló la libertad, que nuevamente peregrinarán hasta el Mausoleo del II Frente Oriental Frank País para regalarle las flores que tanto amó.

Pasarán ante la Heroína, niñas audaces, adolescentes espigadas y estudiosas; universitarias transgresoras, luchadoras con nombre de Vilma. Y este será el mejor regalo de cumpleaños.

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