El Primer Ministro, Manuel Marrero, intercambió en Guinea Ecuatorial con más de 200 cooperantes de la salud y la educación. Autor: Estudios Revolución Publicado: 25/03/2025 | 09:10 pm
MALABO, República de Guinea Ecuatorial.— Amor y hermandad es lo que se respira en el Hospital General de Sampaka, de esta nación. Aquí los médicos cubanos han escrito una historia digna, heroica e internacionalista, sobre todo en tiempos tan desafiantes como los de la pandemia de la COVID-19. Su actitud honra y enaltece a la Patria, porque mientras Estados Unidos envía sanciones, Cuba envía médicos.
Lo que ya nos habían contado —el domingo último en un encuentro del miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, con más de 200 cooperantes de la salud y educación—, sobre la entregada labor de los nuestros aquí, lo comprobamos este martes en el terreno, allí donde confluyen médicos cubanos con los ecuatoguineanos, muchos de ellos formados en la Mayor de las Antillas.
«Hoy agradecemos mucho la asesoría de la brigada médica cubana, la cual apoya bastante, sobre todo a los más de 200 nativos que aquí tenemos», comentó la doctora Casilda Milán Ayong, directora general del hospital, que brinda servicios de medicina interna, pediatría y consulta externa.
Del más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar la salud junto a los nuestros, habló, igualmente, Camilo Nzé Abesolo Audang, director técnico de la institución y un médico generalista que se formó en la Universidad de Ciencias Médicas de Pinar del Río. «Con los amigos y hermanos cubanos hemos aprendido y, además, hemos llorado desde la COVID-19, ante determinadas situaciones».
En esta institución sanitaria laboran 22 colaboradores licenciados en Medicina, Enfermería, Sicología, Laboratorio clínico…
«También tenemos un equipo de nuestro país que tiene como misión fundamental la formación en terapia intensiva, que empezará en los próximos días», detalló el especialista.
Yamila Caridad Jiménez, la doctora intensivista de Camagüey, que llegó en el 2020 como parte de la brigada Henry Reeve, para reforzar el sistema sanitario nacional en las atenciones de urgencias y cuidados intensivos de los enfermos de coronavirus, comentó que ha vivido una experiencia impactante desde la inauguración de este hospital.
Por su parte, el cardiólogo villaclareño Jorge Sardaz Rojas, detalló cómo después de la
COVID-19 el hospital quedó disfuncional hasta diciembre de 2023, cuando a una avanzada de 15 compañeros que «laborábamos en el hospital regional se nos encomendó la tarea de asesorar a los hermanos ecuatoguineanos para reabrirlo y brindar un servicio de excelencia a la población».
Liliam del Toro Rodríguez, especialista en Pediatría de la provincia de Granma, quien también llegó con la pandemia, comentó que junto a otros médicos asumieron la atención al niño grave. Señaló que aquí también atendió su «primer caso de paludismo, porque en Cuba no tenemos esta enfermedad. Fue un niño que se salvó, gracias a la intervención y las experiencias nuestras».
Con solo 11 meses en el país y con varias ubicaciones, la doctora santiaguera Kirenia Petiton García contó que ha hecho «de todo, algo muy diferente a Cuba, donde uno se concentra en su población específica. Ahora estoy con el grupo de pediatría y he sido muy bien acogida».
Acompañado del ministro delegado de Sanidad, Bienestar Social e Infraestructuras sanitarias, Praxedes Rabat Makambo, y José Angel Portal Miranda, titular de Salud Pública en Cuba, Marrero Cruz contó a los colaboradores que es muy motivador estar en el sitio donde trabajan y que las principales autoridades de este país hayan destacado la integración que existe entre los profesionales de los dos países.
«Ha sido unánime el reconocimiento al trabajo de ustedes. No ha existido una sola queja, preocupación, un solo planteamiento sobre la actitud, la entrega y el aporte que hacen al país, tanto ustedes como los profesionales de la educación», expresó.
Igualmente, le reiteró que «seguiremos echando la pelea para salir de la compleja situación que estamos viviendo en Cuba, convencidos de que vamos a ganar. Sepan, ustedes, que con el trabajo que aquí desarrollan, también están aportando a la Patria y, por eso, tienen todo el apoyo del Gobierno y del pueblo por tan heroica labor».
Con esos sentimientos a flor de piel, el Primer Ministro y la delegación antillana visitaron, posteriormente, el colegio internado de élite General Santiago Mauro Nguema Ndoho, ubicado en el distrito Riaba, un proyecto educativo innovador.
Marrero Cruz dijo que es importante que, además de las materias educativas, formen a los estudiantes «en un ambiente de disciplina, de respeto, de responsabilidad, de patriotismo…», como valores fundamentales de una sociedad que «contribuirá a su preparación para la vida».
Así, abrazado del cariño y la ternura que arropa en bien de la humanidad, y tras sendos intercambios con Salomón Nguema Owono y Teresa Efua Asangono, presidente de la Cámara de los Diputados y titular del Senado de la República de Guinea Ecuatorial, respectivamente, cerraba la visita oficial del Primer Ministro a la República de Guinea Ecuatorial, quien fue despedido, la noche de este martes, en el aeropuerto internacional de Malabo, por su homólogo Manuel Osa Nsue.