Las elecciones presidenciales en Argentina evidencian el complejo entramado sociopolítico de la realidad latinoamericana. FOTO FRANCE 24.png Autor: France 24 Publicado: 02/10/2023 | 10:17 pm
QUITO Y BUENOS AIRES, octubre 2.— Los problemas de Ecuador y Argentina estuvieron en las intervenciones de los aspirantes a ocupar las respectivas presidencias aunque, desde luego, cada quien proponga resolverlos de manera distinta.
Algunas horas después de los debates televisivos celebrados el domingo entre los respectivos candidatos a la primera magistratura en sus respectivos países, muchos especulaban el alcance de esos encuentros, que pusieron cara a cara, a los postulados.
Ante las cámaras televisivas ecuatorianas comparecieron los dos candidatos que acuden al balotaje el próximo 15 de octubre: Luisa González, representante de Revolución Ciudadana y ganadora de la mayor cantidad de votos en la primera ronda (33 por ciento) —aunque fueran insuficientes para la mayoría absoluta y la presidencia—, y el derechista Daniel Noboa, candidato de Acción Democrática Nacional (24 por ciento en la primera vuelta), a quien muchas encuestas —no todas— sitúan ahora por encima de su contrincante.
Analistas que conversaron para Telesur valoraron que González, quien no se lució tanto en el primer debate, esta vez tomó la delantera con clara exposición de los propósitos de su programa y de la manera de lograrlos, intervención en la que demostró amplio manejo de la situación nacional.
Citado por PL, el sociólogo Agustín Burbano estimó que el representante de Acción Democrática Nacional (ADN) es más un producto de la voluntad política de los medios que de sus propias aptitudes, mientras que su colega David Suárez lo consideró un «candidato improvisado, sin conocimiento profundo de los problemas y sin propuestas concretas para salir de la crisis».
Economía, seguridad, sociedad y política fueron los temas del encuentro, que algunos consideran importante por los altos porcentajes de indecisos que reportaban los sondeos hace unos días, en torno al 33 por ciento según algunos. Pero su efecto real, advirtió PL, se sabrá ante las urnas.
Lo mismo pudiera decirse en Argentina, que vota por la presidencia el próximo día 20, y donde el primer debate reunió a Sergio Massa, de la gubernamental Unión por la Patria (antes, Frente de Todos); el ultraconservador Javier Milei, de La Libertad Avanza; Patricia Bullrich, de la derechista coalición Juntos por el Cambio; Myriam Bregman, del FIT (Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad), y Juan Schiaretti, de Hacemos por nuestro País, quienes debatieron en torno a tres ejes temáticos: Economía, Educación, Derechos Humanos y Convivencia Democrática, reportó Página 12.
Según el diario argentino, el debate resultó de un tono «controlado y previsible» durante el que Massa, actual ministro de Economía, llamó a defender las empresas públicas y los «derechos conquistados», y Bullrich y Milei criticaron la inflación y describieron sus planes de ajuste.
Pero a juzgar por los reportes, la nota «alta» la dio Milei al negar que hubiese 30 000 desaparecidos en su país durante las dictaduras militares, otra evidencia de su negacionismo que Bregman respondió aseverando: «Fueron 30 000, y fue un genocidio», a lo que siguió el coro de «¡Presentes!» de una parte del auditorio.
El dedo en la llaga también lo puso Bregman en materia de economía, cuando estimó en torno al acuerdo pautado por el derechista Mauricio Macri con el FMI: «No hay salida si no se desconoce esa deuda ilegítima y fraudulenta».