El Presidente cubano inauguró la Reunión ministerial anual del Grupo de los 77 y China. Autor: Alejandro Azcuy Publicado: 23/09/2023 | 11:54 am
NUEVA YORK.- El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, inauguró en la mañana de este viernes, como parte del 78 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Reunión ministerial anual del Grupo de los 77 y China, del cual la Mayor de las Antillas ocupa la Presidencia Pro Témpore.
En sus palabras durante el evento -al cual asistió Dennis Francis, presidente del actual periodo de sesiones de la Asamblea General- el Jefe de Estado cubano detalló algunas de las principales actividades que se han desarrollado en los últimos nueve meses como parte del trabajo «de esta emblemática y representativa agrupación de naciones del sur».
«Intensas labores nos han precedido». Aseguró, y en medio de la vorágine de esas jornadas, dijo, «una convicción nos sostiene: hemos permanecido unidos y en el camino hemos hecho sentir nuestra voz como una sola».
Múltiples han sido las negociaciones que se han llevado a cabo sobre los más diversos temas, y en ellas, así como en otros tantos procesos llevados adelante por el Grupo, reconoció Díaz-Canel, «hemos sido capaces de articularnos de manera estratégica en defensa de nuestras posiciones y legítimos reclamos en beneficio de nuestros pueblos».
Al hacer referencia a futuros eventos en los que estará presente el G77, como la 28 Conferencia de estados partes de la convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático (COP28), el mandatario consideró que «marcarán puntos de inflexión en la proyección del Grupo en la arena multilateral y requerirán de nuestra acción concertada y decidida».
Específicamente acerca de la COP28, que se celebrará a finales de año en Dubai, refirió que «esta iniciativa, inédita en el marco de una Conferencia de las partes nos permitirá debatir al más alto nivel y articular posiciones de cara a las negociaciones climáticas».
De la actual batalla por cambiar el injusto e insostenible orden internacional vigente habló también el dignatario, quien aseguró que «para Cuba este reclamo permanente de nuestro grupo no ha estado guiado únicamente por la defensa de los legítimos derechos económicos del sur, ha sido también parte de la lucha por la dignidad de nuestros pueblos y el derecho a ser tratados como iguales».
«Nuestras naciones -subrayó-, no pueden seguir siendo laboratorios de recetas coloniales y de renovadas formas de nominación que emplean las deudas, la arquitectura financiera actual y las medidas coercitivas unilaterales para perpetuar el subdesarrollo e incrementar las arcas de unos pocos a expensas del sur».
Al enumerar algunas de las tristes consecuencias que el injusto contrato global ha dejado a nuestras naciones, el Presidente cubano recordó que se han multiplicado la inestabilidad, la especulación y el intercambio desigual, a lo que se agrega ahora la crisis multisistémica agudizada por la pandemia; los progresos para poner fin a la pobreza extrema en el mundo han retrocedido de tres a cuatro años; los países más pobres han tenido que destinar cuatro veces más recursos al servicio de la deuda que a la Salud Pública; en tanto 1% más rico ha acaparado casi dos terceras partes de la nueva riqueza generada desde el 2020 a nivel global.
«No ha existido una respuesta internacional coordinada para hacer frente a los problemas antes mencionados», denunció Díaz-Canel.
«A nuestro grupo le corresponde desempeñar un importante papel en ese escenario, como portavoz legítimo de las posiciones del sur. Ante retos monumentales que hoy se ciernen sobre nuestros pueblos resulta más urgente que nunca el logro de consensos, la reflexión constructiva, la unidad de ideales, la alineación del pensamiento al servicio de diseño y promoción de un nuevo orden económico internacional», reflexionó.
Con el llamado a trabajar «juntos para que al concluir este año seamos más fuertes y estemos más unidos», concluyó el Jefe de Estado sus palabras, quien pidió, además, abrazar «los principios fundacionales que dieron vida a esta agrupación heterogénea y representativa de naciones, trabajemos».
«Para Cuba será la expresión del deber cumplido, enfatizó, para el grupo representará un paso invaluable en el camino hacia la consecución de nuestras aspiraciones como naciones en desarrollo».