El pago en yuanes a los acreededores del FMI ha dado buenos dividendos al Ministerio de Economía Argentino encabezado por el pre-candidato a las elecciones presidenciales Sergio Massa. Autor: europapress Publicado: 31/07/2023 | 08:05 pm
Otra vez, el uso del yuan ha salvado de la campana a Argentina. Se ha abonado el nuevo vencimiento de pagos al FMI en atención a la reprogramación acordada con la institución en enero del año pasado, obligado el país como estaba a renegociar la impagable deuda de 44 000 millones de dólares que le dejó el gobierno de Mauricio Macri… o declararse en mora.
Reprogramó mediante un acuerdo no aplaudido por todos y que, como siempre, le dejó condicionamientos. Pero una fuerte sequía que ha enflaquecido más aún las reservas ya golpeadas por la heredada crisis nacional y por la que se abate sobre la economía mundial, tenía el abono del nuevo vencimiento sobre la cuerda floja.
La noticia no es ya exactamente —aunque sigue resultando novedoso— que haya pagado este tramo usando parte del intercambio de pesos argentinos por yuanes —el swap— acordado antes con China pues, a principios de julio, otro vencimiento de plazo de pagos del mes anterior se sufragó, igualmente, con la moneda nacional china —que, dicho sea de paso, se sigue internacionalizando.
El monto a pagar al FMI se completó entonces usando los propios Derechos Especiales de Giro (DEG) que otorga el Fondo Monetario, en lo que constituyó, en el entendido de esta redactora, otra novedad o, al menos, un uso de esa denominación financiera poco vista. Los DEG constituyen un «activo de reserva internacional» —así lo describe la institución— con el cual pueden comprar y vender «los miembros participantes y los tenedores autorizados».
En el pago de este lunes, otra variante se ha incorporado para solventar este tramo del adeudo. Además del uso del yuan, Buenos Aires ha recibido el concurso del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), una entidad que respalda proyectos para el avance de las naciones de la región, y en cuyo currículo esta pudiera aparecer como la primera vez que realiza una operación como «financiamiento puente para que Argentina pueda continuar con la implementación del Acuerdo de Facilidades Extendidas pactado con el FMI en beneficio de sus políticas fiscales, monetarias y cambiarias, así como en favor de la diversificación y ejecución de la estrategia de deuda pública». Así lo ha anunciado el CAF.
El paso fue aprobado por el voto de 20 de los 21 países miembros y, según el ministro argentino de Economía y al propio tiempo candidato presidencial de Unión por la Patria (hasta ahora Frente de Todos), Sergio Massa, consta de mil millones de dólares para «asistir y fortalecer las reservas argentinas».
Pero la medida no solo descuella por ilustrar lo impagable de las deudas externas nacionales, como lo vuelven a demostrar las distintas variables con que la situación promueve el ingenio de Argentina, que hace pininos para no perecer en el intento de sortear los vencimientos y evitar el default.
Además, destaca por el carácter solidario con que el CAF, que se describe como «un aliado en el desarrollo económico, social e inclusivo de la región», ha reaccionado, según describe, «de manera ágil y efectiva, con sentido de urgencia y espíritu de solidaridad y confianza, a la necesidad de un país accionista».
Massa ha podido cumplir con la palabra de no acudir a las enflaquecidas reservas nacionales para pagar. En medio de la campaña electoral con vista a los comicios presidenciales de octubre, que serán tensos para el peronismo en el poder por los mismos entuertos económicos y financieros en que su antecesor dejó al gobierno, la medida ayuda al ejecutivo de Alberto Fernández y por ende al peronismo, y estimula a nivel regional.
Aunque solo sea hasta el próximo vencimiento de pagos, Argentina respira.