«Ya hay nuevas convocatorias para actos el 16 de enero. Hay intentos de ataques a infraestructuras nacionales», adelantó el viernes el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino.
Según medios brasileños, si bien no se espera que los nuevos intentos tengan la misma magnitud que la del 8 de enero, la cual provocó la quiebra en las sedes de los tres poderes en Brasilia, miembros del gobierno mantienen un esquema de seguridad reforzado.
Con la intervención en la Seguridad Pública del Distrito Federal (DF), el Gobierno conserva un gran número de agentes de la Policía Militar y la Fuerza Nacional en la explanada (avenida en la que están ubicados los predios públicos).
«Nuevamente vamos a tener que movilizar millones y millones de reales para proveer seguridad a infraestructuras, a edificios públicos amenazados por personas que pueden y deben esperar las elecciones de 2026, cuando democráticamente será elegido el nuevo presidente», señaló Dino.
Anteriormente, el Gobierno federal detectó posible amenaza de nuevos actos antidemocráticos el 11 de enero, pero no se concretó.
Grupos de extremistas de derecha inconformes con el resultado de las elecciones de octubre, ganadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, se instalaron en carpas durante dos meses frente al cuartel general del Ejército en la capital federal.