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Invictos en Carabobo e invencibles en la unidad del ALBA-TCP

Ratifica en Caracas la 19na. Cumbre de la organización integradora la unidad frente a los desafíos globales y las amenazas de Washington y sus aliados en la región tras reunirse bajo la premisa «Alianza por la vida y la independencia»

Autores:

Juana Carrasco Martín
Marina Menéndez Quintero

Desde la madrugada del jueves iniciaron en Venezuela los festejos para conmemorar los 200 años de la Batalla de Carabobo, calificada por el Presidente Nicolás Maduro como «la gran victoria antimperialista de nuestro Padre Bolívar, del Negro Primero y del Ejército Patriota del 24 de junio de 1821», celebración que culminó con la 19na. Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), en el Palacio de Miraflores.

La Cumbre, que reunió en Caracas a altos representantes de los Estados miembros de la alianza integradora, cuyos visionarios fundadores fueron los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, el 14 de diciembre de 2004, en La Habana, tendría como foco de atención «la coyuntura política regional y los avances de su proceso de revitalización durante 2021».

También estarían presentes delegados a la reunión solidaria de los pueblos, donde participaron dos expresidentes de la región: el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa y la destacada activista colombiana Piedad Córdoba, quienes también hablaron en el contexto de la Cumbre.

El secretario ejecutivo del bloque regional, el diplomático boliviano Sacha Llorenti, había informado que en el cónclave de la Alianza, los Estados miembros del bloque (Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Vicente y las Granadinas, y San Cristóbal y Nieves), ratificarían la voluntad integracionista frente a los desafíos globales y las amenazas a los pueblos del área por parte de Estados Unidos y sus aliados regionales que pretenden boicotear los esfuerzos unificadores.

Un ejemplo de esa integración y unidad lo constituía la llegada a Venezuela, en este 24 de junio, del primer lote de la vacuna cubana Abdala, producidas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de la isla caribeña para enfrentar la pandemia de la COVID-19, cuyo impacto económico y daño humano es evidente en Latinoamérica y el Caribe.

Precisamente, los participantes reconocieron que durante la pandemia, la cooperación y solidaridad de Cuba ha sido clave para enfrentar la enfermedad, con el envío de brigadas médicas del Contingente Henry Reeve, y la distribución de medicamentos de fabricación cubana, no solo a los países del bloque, sino también a otras naciones de nuestro hemisferio y otras partes del mundo.

Al iniciar la Cumbre, convocada bajo la premisa «Alianza por la vida y la independencia», Maduro señaló que se había revitalizado el ALBA-TCP y que su secretaría general había presentado un documento que sería la Declaración final de la reunión, la cual abordaba temas de mucha importancia en la coyuntura regional y mundial, entre  ellos recuperar el funcionamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

A recuperar el tiempo perdido debido a los gobiernos de derecha, llamó en su breve introducción a la Cumbre, como habían hecho los participantes cuando debatieron las estrategias para consolidar y fortalecer la unidad y la cooperación.

Destacó, además, que ese documento plantea la necesidad del relanzamiento de PetroCaribe, el cambio climático, el Banco del ALBA, y todos los nuevos proyectos conjuntos que se han venido trabajando en medio de la coyuntura regional y mundial.

Entre otros temas, el documento aborda la vacunación, donde había grandes esperanzas, pero los países ricos del mundo han acaparado las vacunas y ni aun así han podido controlar la pandemia.

El mandatario venezolano felicitó a Cuba por la victoria en la Asamblea General de la ONU frente al bloqueo.

En la Declaración Final, que fue leída como conclusión de la Cumbre por Sacha Llorenti, se saluda el retorno del orden constitucional en Bolivia, la instalación de la nueva Asamblea Nacional en Venezuela y la preparación del próximo proceso electoral en Nicaragua.

También reitera la voluntad de cooperar en el enfrentamiento a los desafíos medioambientales a nivel global, llamando a la plena implementación del Acuerdo de París.

El ALBA-TCP ratificó una vez más su compromiso con la integración genuinamente latinoamericana y caribeña, con el multilateralismo y los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en consonancia con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Maduro felicitó a Cuba por su victoria en la ONU. Foto: Marcelo García/Prensa Presidencial

El intercambio

La reunión fue una firme y convencida reafirmación de la apuesta de nuestros pueblos por la independencia y por la solidaridad, la cooperación y la complementariedad como únicas vías frente a la voracidad imperial.

El presidente boliviano Luis Arce Catacora agradeció el apoyo firme y pleno del ALBA-TCP y de los pueblos de la Patria Grande al pueblo boliviano ante el golpe de Estado de noviembre de 2019.

Sin el apoyo de ustedes, sin la denuncia ante la comunidad internacional, sin el levantamiento de la wiphala por tantos pueblos que nos ayudaron a sentir que no estábamos solos y que se conociera la verdad de lo que pasaba en nuestro país.

Gracias a la unidad, la conciencia y la lucha del pueblo boliviano recuperamos la democracia en nuestro país, dijo Arce, quien en representación del Estado de Bolivia pidió disculpas por los abusos, los atropellos y las violaciones a que fueron sometidas las representaciones oficiales de Venezuela y Cuba por parte de los golpistas.

Por similares derroteros trascurrió la intervención del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien vía online participó de la Cumbre, celebrada de modo semipresencial.

Luego de un recorrido por la historia de su país y de la región que expuso el papel injerencista e intervencionista de la OEA al servicio del Imperio, Ortega apuntó que frente a tales circunstancias, los países latinoamericanos y caribeños lograron la reunión de sus pueblos y de sus acciones en la Celac, gracias
a los procesos revolucionarios que por diferentes vías se venían desarrollando y donde destacan Fidel y Chávez.

Ese nuevo instrumento, consideró, es el que va a enterrar a la OEA.

Ortega denunció las nuevas amenazas que se ciernen contra su país, ahora con la exigencia de que sean liberados una serie de ciudadanos sobre los cuales hay elementos probatorios de delitos, señaló, y a los cuales calificó más adelante como agentes al servicio de los yanquis.

Lo que recibirán las generaciones futuras

También en defensa de la soberanía de los pueblos latinoamericanos y caribeños y contra la injerencia se pronunció el primer ministro de la Mancomunidad de Dominica, Roosevelt Skerrit, quien consideró que «le debemos a nuestros ancestros» y a los líderes más recientes el compromiso de continuar luchando por la independencia de América Latina y el Caribe. «Qué tipo de región dejamos a las generaciones futuras? ¿Nos vamos a rendir o vamos a luchar por la independencia?», preguntó.

Lo sucedido aquí y en Bolivia nunca debió haber ocurrido en una región donde hay intervenciones continuas, donde ellos creen que deben «poner» a los líderes, aseveró en alusión a las sanciones contra Venezuela y el golpe contra el MAS y Evo Morales, en octubre de 2019.

Nosotros no debemos, como ciudadanos de esta región, darles la oportunidad de decidir quién y cómo va a dirigir nuestros países, consideró.

Skerrit llamó a «no perder de vista a aquellos que no quieren que estemos unidos», y denunció cómo el imperio forma ONG y emplean millones de dólares para «sacar» a gobiernos electos.

En tal sentido, recordó que en las elecciones de 2019 en su país, la OEA estuvo involucrada «tratando de “sacar” a nuestro Presidente. Pero mandamos un mensaje claro a la OEA: que no nos desviaría… Logramos más del 85 por ciento de los escaños del Parlamento».

Estamos listos para la lucha, tenemos que mantenernos unidos y alertas, dijo, luego de ratificar el apego de su país al ALBA-TCP, y la solidaridad con Cuba y Venezuela.

El presidente boliviano Luis Arce agradeció el apoyo firme y pleno del ALBA-TCP y de los pueblos de la Patria Grande al pueblo boliviano ante el golpe de Estado de noviembre de 2019.

Que no nos atomicen

A su turno, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves,
también hizo patente el respaldo de su país al ALBA-TCP, que consideró de instancia extraordinaria, y estimó  «heroico» el trabajo de Fidel y Chávez para su fundación.

Es un movimiento de integración que beneficia a los pueblos libres e independientes de América Latina y el Caribe y lo que hacemos de manera diaria en la lucha por la supervivencia y la mejora en la vida de nuestros pueblos. Todo esto, señaló, tiene que ver con un ímpetu que nos viene desde Simón Bolívar y aquellos que lucharon en Carabobo.

Gonsalves señaló que en el Bicentenario de esa batalla épica, todavía estamos luchando para consolidar y ampliar «nuestras conquistas de libertad, soberanía y dignidad», y llamó a mantenerse unidos.

Creen que podemos ser atomizados, porque esa es la manera como el imperialismo quiere mantenernos sometidos, individualizados mientras piensan que así nos pueden manipular.

Tenemos que estar firmes en nuestra posición, dijo y llamó a la solidaridad colectiva. Por eso, acotó, estamos en el ALBA-TCP y hay que defender a la Revolución Cubana y la de Venezuela.

Otras dos naciones del Caribe miembros del bloque integrador intervinieron en la Cumbre.

El ministro de Relaciones Exteriores, Inmigración y Comercio de Antigua y Barbuda Everly Chet Greene, dijo que los principios de solidaridad y reciprocidad son claves en el avance de la libertad de América Latina y el Caribe.

Llamó a promover las cadenas de valor y el fortalecimiento de las empresas ante los efectos devastadores de la
COVID-19 y agradeció en el encuentro al ALBA-TCP por la logística para el transporte aéreo, y recursos para la adquisición de vacunas, un agradecimiento que completó hacia «el pueblo y Gobierno de Cuba por el apoyo desde el inicio de la pandemia a pesar del criminal bloqueo. Sin el apoyo de Cuba no hubiera sido posible».

Por su parte, Peter David, ministro para Agricultura, Tierras y Bosques de Granada agradeció el apoyo del
ALBA-TCP durante la pandemia y presentó la solicitud de su Gobierno para integrarse al Banco del ALBA.

«Granada reitera su compromiso con el ALBA-TCP. Las ideas de Fidel y Chávez continúan vivas».

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