Mauricio Claver Carone Autor: Twitter Publicado: 20/09/2018 | 10:02 pm
Los rumores se extendieron y están a punto de convertirse en realidad. Mauricio Claver-Carone (MC-C), director de Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, saldría del círculo de asesores de extrema derecha del presidente Donald Trump, a quien parece que no lo satisfacen los resultados de las presiones sobre Venezuela, así que correrá la misma suerte que John Bolton, aunque al Carone lo consideran para otro cargo: vicepresidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
De darse ese salto, no precisamente para arriba, Claver-Carone sustituiría a John Scott, un funcionario de carrera en el banco que ocupa interinamente la posición desde que en diciembre pasado murió Brian O’Neill, titular de ese cargo en la institución que provee préstamos y asistencia técnica a los países de América Latina y el Caribe, y es prerrogativa de Estados Unidos, el principal financista del BID, escoger al vicepresidente ejecutivo, mientras el presidente queda a cargo de uno de los países de la región.
Por supuesto que a Claver-Carone —uno de los políticos estadounidenses que se hacen llamar cubano-americanos, aunque ni nacieron en Cuba, ni jamás han pisado suelo cubano— le hubiera gustado más presentar como carta de triunfo el derrocamiento de Nicolás Maduro, el presidente electo de la República Bolivariana de Venezuela, y como si fuera ficha de un dominó, el desmantelamiento de la Revolución Cubana, otro objetivo en el cual trabajó de lleno, aconsejando reforzar al máximo el cerco del bloqueo contra la Mayor de las Antillas, política seguida con especial inquina por la Casa Blanca.
Pero nada de esto ha sucedido, ni sucederá. El proclamado Juan Guaidó, por más giras internacionales que lo programara, sigue siendo un elemento nulo que solo respira en los medios internacionales que lo aúpan y en las redes sociales con mensajes impulsados por los troles y las operaciones de propaganda. Con Cuba no han podido durante 60 años y, por supuesto, tampoco pudieron Carone, Bolton, el secretario de Estado Mike Pompeo, ni el senador de Miami.
Como Claver-Carone ha fracasado en ese campo de subvertir revoluciones, un asesoramiento que le dio a Trump desde la campaña electoral de 2016 del actual mandatario, y en acogotar a los pueblos insumisos con severas sanciones económicas y con amenazas —como aquella frase dicha por el presidente de Estados Unidos y repetida hasta la saciedad por todos los de ese círculo: «todas las opciones están sobre la mesa», lo que apuntaba a la intervención militar—, tiene avales para el BID.
MC-C sirvió como director ejecutivo de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional y «logró» desde esa posición en la institución buitre que el Gobierno de Mauricio Macri en la Argentina entregara un país endeudado por un suculento empréstito de 56 000 millones de dólares.
El manejo de los dineros es su fuerte y también tiene en su currículo el haber sido consejero principal de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro, de ahí que si asume como se murmura, el nuevo cargo seguirá buscando cerrar el cerco financiero internacional contra Venezuela.
En sus créditos sirven también haber sido director ejecutivo del llamado U.S. Cuba Democracy PAC, uno de los grupos impulsores del bloqueo contra Cuba más activos entre las élites políticas de Washington, y sin dudas eso le propició formar parte del grupo de anticubanos instalados en el entorno trumpiano y, concretamente, llegar al influyente puesto en el que ahora parece que se tambalea, pero que le permitió ejecutar operaciones muy agresivas contra Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Hasta ahora ni el BID, ni el Departamento del Tesoro de Estados Unidos han confirmado el insistente rumor que —creo— salió a la luz pública por la agencia Bloomberg, cuyo propietario y creador es Michael Bloomberg, el bimillonario aspirante a la candidatura demócrata para la presidencia, cuyo objetivo declarado es sacar a Donald Trump de la Casa Blanca.
Mauricio Claver-Carone ha mantenido más de una vez —desde su acérrima posición— que el Gobierno de Maduro es «insostenible», pero, al parecer, quien no se sostiene es él y puede que eche por tierra el pronóstico de Poder Magazine, quien lo reconocía como uno de los 20 empresarios, ejecutivos, líderes y artistas menores de 40 años que están dando forma al futuro de Estados Unidos y el mundo.
Ahora, aunque iría para un banco, parece que han desbancado al magnífico prospecto.