SEÚL, mayo 2.— La presencia de tropas estadounidenses en Corea del Sur se mantendrán en el país asiático incluso si llega a sellarse un tratado de paz con la RPDC (República Popular Democrática de Corea), trascendió este miércoles.
El presidente sudcoreano, Moon Jae-in, destacó que los efectivos norteamericanos «dependen de la alianza» entre Seúl y Washington —informó PL—, por lo que no tienen ninguna relación con el posible acuerdo con Pyongyang, que debería alcanzarse antes del fin de año, según lo pactado entre los dos mandatarios coreanos el pasado viernes.
Moon descartó así la sugerencia de su asesor especial de seguridad, Moon Chung-in, sobre la posibilidad de retirar al comando estadounidense si se firma el acuerdo con la RPDC, pues consideró «difícil justificar» su presencia, escribió en la revista Foreign Affairs.
Estados Unidos emplazó a sus militares en Corea del Sur tras el cese de la confrontación bélica con el Norte en 1953 y actualmente tiene 28 500 efectivos. La RPDC siempre exigió la retirada de la misión castrense pues podría constituir la avanzada de una eventual agresión contra su territorio.
Las declaraciones de Moon Jae-in coinciden con la aprobación de su Gobierno al despliegue de aviones de caza furtivos estadounidenses F-22 Raptor en Corea del Sur, informó AFP.
El 11 de mayo iniciarán las maniobras aéreas Max Thunder, que durarán dos semanas y deberán implicar a un centenar de aeronaves de EE. UU. y Corea del Sur.
«Max Thunder es un ejercicio regular que estaba previsto mucho antes de que surgiera el proyecto de cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte», indicó en un comunicado el Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
Si se firma un acuerdo de paz entre las dos Coreas quedaría anulado el armisticio de 1953 que supuso una tregua en el conflicto en la península; sin embargo, las tropas estadounidenses seguirán «custodiando», listas para la guerra.