PYONGYANG, enero 5.— El poblado de Panmunjom, conocido como la «aldea de la paz», volverá a ser sede de otro intercambio Norte-Sur, luego de que los líderes coreanos acordaran realizar allí el martes 9 de enero una reunión de alto nivel para concertar, fundamentalmente, la participación del equipo norcoreano a los Juegos Olímpicos de Invierno, que se celebrarán en la ciudad sudcoreana de PyeongChang.
El diálogo, primero que se producirá desde 2015, fue a propuesta de la República de Corea, luego de que el presidente de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong Un, manifestara en su discurso de Año Nuevo su disposición para enviar una representación deportiva a las Olimpiadas, con fecha del 9 al 25 de febrero.
Al día siguiente, martes 2, Seúl sugirió conversar sobre ese tema y otros asuntos como la reanudación de los encuentros de las familias separadas por la guerra de la década de 1950 y el desarrollo del complejo industrial de Kaesong, ubicado al Norte, cerca de la Zona.
Este viernes, el Ministerio sudcoreano de Unificación comunicó a la prensa que recibió un fax de Ri Son-Gwon, responsable del Comité Norcoreano para la Reunificación Pacífica de Corea, que rezaba: «Iremos a la Casa de la Paz de Panmunjom el 9 de enero», informó AFP.
Este poblado ha sido sede en el pasado de otros diálogos y se encuentra en la llamada Zona Desmilitarizada que sirve de frontera entre ambos países.
El anuncio, advierte CNN, se produce inmediatamente después de otros signos de un acercamiento naciente. En los últimos días, la línea directa telefónica entre Seúl y Pyongyang, que había permanecido inutilizada durante dos años, volvió a activarse, en lo que se ha considerado ampliamente como un importante avance diplomático.
La línea, por la que se han comunicado en las últimas décadas y que es gestionada por la Cruz Roja, está localizada también en Panmunjom.
El presidente sudcoreano, Moon Jae-in —quien desde su campaña presidencial se mostró a favor de la solución pacífica, llamó inmediatamente a adoptar las medidas pertinentes para garantizar la participación de los atletas del territorio vecino y el éxito de las pláticas que, a su juicio, pudieran llevar a consensuar acuerdos de paz en la península coreana.