BRASILIA, julio 13.— El expresidente y líder del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Inacio Lula da Silva, negó los cargos que se le imputan, luego de una sentencia judicial en primera instancia que lo condena a nueve años y seis meses, y aseveró que se mantiene en la lucha política.
Si alguien cree que con esa sentencia me saca del juego, afirmo que estoy en el juego, dijo Lula en las primeras declaraciones luego de conocerse, la víspera, el explosivo dictamen del juez que sigue la indagación Lava Jato, Sergio Moro. Y agregó: Quiero decir a mi partido que, a partir de ahora, voy a reivindicar mi candidatura para presidente en 2018.
Yo estaría más feliz si fuera condenado con una prueba. No sé cómo alguien puede escribir casi 300 páginas sin ninguna prueba contra quien pretende acusar, señaló.
Lula, el político más popular hoy en Brasil y al frente de todas las encuestas, mostró a sus 71 años la energía de siempre, reseñó Reuters, y añadió que está decidido a pelear de la misma forma que cuando tenía 30 años. Lo que se busca, dijo, es condenar un proyecto político y una corriente de pensamiento.
Al abrir el encuentro con la prensa, Gleisi Hoffman, quien acaba de resultar electa nueva presidenta del PT en su reciente Congreso, remarcó que la sentencia contra Lula carece de pruebas y es absolutamente política.
Coincidentemente, señaló, la medida se da a conocer un día después de que el Senado aprobó la reforma laboral rechazada por el pueblo, destacó el sitio Brasil Do Fato.
«Dos días de golpe contra los trabajadores» titula al respecto, precisamente, un editorial de esa publicación, que destaca: «Nunca se vio en la historia una tentativa tan fuerte de acabar con los derechos conquistados».