Fueron halladas las cajas negras del avión egipcio siniestrado. Autor: The Guardian Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
EL CAIRO, mayo 19.— Tras confirmarse la caída en aguas del Mediterráneo frente a costas griegas del avión egipcio Airbus A320, que cubría la ruta París-El Cairo, perdido de los radares en la madrugada del jueves, las fuerzas aéreas y navales de Egipto y Grecia mantienen la búsqueda, informó PL.
En horas de la tarde, las autoridades griegas encontraron frente a la isla de Karpathos pedazos de plásticos y chalecos salvavidas que podían pertenecer a la nave siniestrada que, según se informó, en el momento de precipitarse se encontraba en espacio aéreo egipcio.
El vuelo MS804 desapareció de repente de los radares sin que el piloto indicara «ningún problema» y cuando las condiciones del vuelo, que se acercaba a las costas egipcias, eran excelentes, describió AFP.
Por su parte, el Ministro de Aviación egipcio desmintió ante la prensa reportes no oficiales sobre una supuesta llamada de emergencia por parte del piloto, dijo PL, aunque declaró: «No niego que haya sido un acto terrorista, tampoco que haya sido un fallo técnico, por lo que debemos esperar antes de avanzar cualquier hipótesis».
En tanto, la aerolínea EgyptAir, a la que pertenecía la nave, extendió sus condolencias «y profundo pesar a las familias afectadas». En la nave viajaban siete tripulantes, tres agentes de seguridad y 56 pasajeros de diversas nacionalidades, entre ellos 15 ciudadanos franceses, 30 egipcios, dos iraquíes, un británico, un portugués, un argelino, un canadiense, un belga, un kuwaití, un saudita, un sudanés y un chadiano.
El presidente de Francia, François Hollande, dijo en rueda de prensa que no se descarta ninguna hipótesis y que su país mantiene contacto con las autoridades griegas y egipcias para desplegar un operativo de rastreo de la aeronave, constató Telesur.
En tanto, el Ayuntamiento de París anunció su decisión de aplazar hasta el próximo 31 de mayo el lanzamiento de la campaña de promoción turística de la ciudad —que debía realizarse este viernes en la torre Eiffel—, con el objetivo de convencer a los viajeros de que acudan a la capital francesa pese a los atentados yihadistas de enero y noviembre de 2015.