Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) anunciaron que pondrán fin al reclutamiento de menores de 18 años a las columnas guerrillas, pero exigieron del Gobierno «una verdadera política de Estado dirigida a proteger y garantizar los derechos» de los niños y adolescentes, víctimas de más de 50 años de conflicto armado.
La decisión insurgente le sigue a una muy similar tomada hace exactamente un año en la que se comprometían a no reclutar a menores de 17 años, una medida valorada positivamente por el Gobierno y la comunidad internacional, pero considerada como insuficiente.
En su anuncio, hecho público este miércoles, la guerrilla reconoció que la infancia y la juventud colombianas, además de sufrir los estragos de la guerra, son también las principales víctimas de la falta de educación, salud y trabajo.
Estas razones —dicen— justifican la incorporación de menores a las FARC-EP sobre todo, los habitantes de zonas rurales y urbanas marginadas. «En estos casos, nos hemos visto en la obligación de cumplir una función de protección y refugio a estos menores víctimas del conflicto social y armado».
En su declaración, pidieron al Gobierno colombiano y al presidente Juan Manuel Santos hacer realidad su promesa electoral y eliminar la obligatoriedad del servicio militar en el país y «las prácticas de reclutamiento de menores para su infiltración en estructuras guerrilleras».
Todo lo plasmado —afirmó el grupo guerrillero— responde a «la inquebrantable decisión» de avanzar de manera definitiva hacia la firma de un acuerdo humanitario que ponga fin a las condiciones indignas y de exclusión que padecen la juventud y la infancia en nuestra patria.
Las FARC-EP y el Gobierno se aproximan a poner fin a las hostilidades que por más de medio siglo han quebrantado el país y dejado miles de víctimas civiles. Para el 23 de marzo está prevista la firma de la paz, pero aún se discuten la refrendación de los acuerdos, el cese bilateral y la dejación de armas.