El pueblo chavista marchó en apoyo a sus diputados y en defensa de las leyes de la Revolución. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 06:24 pm
CARACAS, enero 5.— El nuevo Parlamento venezolano, donde la oposición de derecha tiene mayoría, se instaló este martes en un ambiente tenso, con violación del reglamento que constitucionalmente lo rige y con la intención expresada por su presidente, el adeco Henry Ramos Allup, de poner fin antes de tiempo al mandato dado por el pueblo en 2013 al presidente Nicolás Maduro.
En una sesión iniciada cuando en la capital venezolana se concentraban tanto el pueblo chavista como los simpatizantes de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para respaldar a sus respectivos diputados, Ramos Allup se juramentó a sí mismo como presidente de la Asamblea Nacional, antes de afirmar, reportó EFE, que en seis meses el nuevo Legislativo decidirá la «salida constitucional, democrática, pacífica y electoral para la cesación de este Gobierno», una amenaza que había adelantado en un artículo que escribiera el domingo y que muestra su vocación golpista que ya había puesto en práctica durante el golpe contra el presidente Hugo Chávez del 11 de abril.
También quedaron instalados los diputados Enrique Márquez, del partido Un Nuevo Tiempo y José Calzadilla, del Movimiento Progresista de Venezuela, como primer y segundo vicepresidentes, respectivamente.
En un discurso beligerante, Ramos Allup, uno de los más acérrimos opositores al chavismo y representante de uno de los partidos que instauró todos los males de la IV República, recordó la posibilidad de un referendo revocatorio y consideró que también podrían hacer una enmienda constitucional o hasta revocar la Constitución aprobada en referendo por el pueblo venezolano.
Además, en esa inauguración provocadora recalcó que aprobarían una ley de amnistía para los opositores presos —los que están condenados por instigar o participar en las guarimbas que provocaron la muerte de 43 venezolanos cuando la MUD y sus seguidores salieron a las calles de forma violenta para rechazar los resultados electorales que dieron la presidencia a Nicolás Maduro.
Este martes pretendieron desconocer la decisión de otro de los poderes del Estado venezolano, el Tribunal Supremo de Justicia, que el pasado 30 de noviembre suspendió cautelarmente a cuatro diputados elegidos por el estado de Amazonas (tres de la MUD y uno del Polo Patriótico) porque hay acusaciones de fraude en las elecciones del 6 de diciembre en esa demarcación. Los tres opositores acudieron a la constitución de la Asamblea, pero no fueron aceptados por la comisión de credenciales.
Posteriormente, Ramos Allup violó el reglamento que rige el funcionamiento de la Asamblea al darle la palabra al diputado Julio Borges, de Primero Justicia, cuando la sesión convocada era solo para la instalación de la AN y no para introducir otros temas. La protesta al respecto de la bancada patriótica no fue escuchada y ello provocó que los 54 diputados del chavismo abandonaran el recinto legislativo.
Los 54 parlamentarios se unieron al pueblo chavista que se concentraba en las afueras de la Asamblea y en el cercano parque Lina Ron, donde expresaban su apoyo al presidente Nicolás Maduro y defendían las leyes y la Constitución que les han beneficiado en 17 años de Gobierno chavista.
El diputado por el PSUV, Héctor Rodríguez, al frente de la bancada del Polo Patriótico, dijo ante una multitud bolivariana concentrada en una de las céntricas avenidas de la capital venezolana que se ha instalado la IV República, y recalcó: «ha vuelto, por ahora, por ahora».
Entre las provocaciones realizadas por la MUD y cumpliendo su promesa de «cambio», fueron retiradas del hemiciclo las imágenes de El Libertador Simón Bolívar y del Presidente Hugo Chávez, acción considerada repugnante e indignante por parlamentarios chavistas.
En un análisis posterior de esta jornada, el presidente Nicolás Maduro, entrevistado por periodistas del canal Venezolana de Televisión (VTV), aseguró que la oposición llegó violando el reglamento de la Asamblea Nacional y que habían salido con sus rostros, con sus verdaderos intereses, y se habían podido ver los dos modelos, los dos discursos, en lo que consideró es una batalla entre los poderes del pueblo y de la Revolución y el de los poderes fácticos.
Apuntó que esto lleva a ponerse en el carril de revertir la derrota del 6 de diciembre y convertirla en una amplia mayoría. «Yo confío en nuestro pueblo, porque es un pueblo bueno», dijo Maduro, quien más adelante enfatizó: «Aquí nadie se puede cansar, aquí nadie se puede rendir».
Afirmó que el país estaba ante una crisis, «una verdadera crisis de carácter contrarrevolucionario», y que había que convertirla en una nueva etapa de la Revolución.
Maduró aseguró a VTV que la oposición tiene un objetivo desde abril de 2013: «Sacarme de la presidencia».
Un perfil de Henry Ramos Allup
El diputado opositor Henry Ramos Allup, de 73 años de edad y parlamentario desde 1980, ocupará la presidencia de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN) para el período anual 2016-2017, en un Parlamento que sesionará hasta enero de 2021.
Es el presidente del partido de derecha Acción Democrática (AD), vinculado durante la denominada IV República con los actos represivos de aquellos gobiernos contra el pueblo, entre ellos la práctica de la desaparición forzada, reportó PL.
Defendió el paquete neoliberal del Fondo Monetario Internacional en 1989, que sumió a Venezuela en una profunda crisis económica y social, encareciendo servicios básicos como el transporte, combustible y alimentos de la canasta básica.
Esa situación produjo uno de los estallidos sociales más importantes del siglo XX en América Latina: el Caracazo.
Asimismo, en 1992 solicitó la suspensión de las garantías constitucionales, que estipulaba medidas como la detención de cualquier ciudadano sin necesidad de orden judicial, y prohibía las libertades de expresión, reunión o manifestación.
Después de los resultados de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, en las que la oposición obtuvo la mayoría, Ramos Allup se ha pronunciado abiertamente a favor de privatizar empresas medulares de la economía nacional, nacionalizadas por el Estado.
Entre esas instituciones destacan Petróleos de Venezuela S.A., la Compañía Anónima Teléfonos de Venezuela, la Corporación Eléctrica Nacional y la Empresa Siderúrgica del Orinoco.
Por otro lado, el dirigente de AD ha declarado su intención de derogar legislaciones como la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, las leyes orgánicas de Trabajo y Precios Justos, así como las comunales y de vivienda.
Igualmente, el nuevo presidente de la AN defiende la aprobación de una ley de amnistía y reconciliación para los llamados presos políticos, instrumento legal que le otorgaría la libertad a Leopoldo López, vocero de ultraderecha condenado por la justicia venezolana, luego de dirigir el plan de golpe de Estado —conocido como La Salida— que causó la muerte de 43 personas y más de 800 heridos en 2014.