Los presidentes Nicolás Maduro y Rafael Correa intervinieron en la clausura de la Cumbre de los Pueblos. Autor: Twitter Publicado: 21/09/2017 | 06:07 pm
Ustedes sintetizan las aspiraciones auténticas de los pobres de la tierra, como los llamara José Martí. Así les aseguró Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), a quienes intervinieron en la Cumbre de los Pueblos, que se desarrolló paralela a la VII Cumbre de las Américas.
Lo hizo en nombre de la República de Cuba, y transmitiendo el mensaje del Presidente cubano. «Tengo la honrosa misión de expresarles, en nombre de Raúl, la admiración, gratitud y respeto que sentimos por todos los que han participado en la Cumbre de los Pueblos. Lo comunico en este Paraninfo donde hace 15 años intentaron abiertamente asesinar al Comandante Fidel y a cientos de panameños y compatriotas latinoamericanos. Sin embargo, los culpables siguen vivos y caminando por las calles de la Florida», denunció Barnet, al tiempo que esclareció que la no presencia allí de Raúl no se debía a que estuviera enfermo.
«Raúl goza de perfecta salud, para que lo sepan los enemigos. Lo demostró con creces hoy en ese discurso histórico, donde puso las cosas en su lugar, con la inteligencia que lo caracteriza».
Barnet agradeció a los delegados, entre los que se encontraban los representantes de la Sociedad Civil Cubana que participaron en los diferentes Foros Paralelos a la VII Cumbre de Las Américas, por «acompañarnos en la batalla contra el injusto y criminal bloqueo contra mi país, pero hay que seguir luchando. Sabemos que contamos y contaremos siempre con el apoyo de ustedes».
Recordó que en su discurso de la mañana de este sábado en Panamá, Raúl ratificó los principios de solidaridad e internacionalismo que siempre han distinguido a la Revolución Cubana, la cual continuará defendiendo las ideas de Martí, Bolívar, Sucre y Fidel. «No tengo que decirles que Cuba nunca le fallará a los pueblos de nuestra América. Nunca. Y jamás se debilitará el espíritu de generosidad y entrega que hoy se expresa en miles de maestros y médicos que salvan a miles de personas en el mundo de epidemias y de la ignorancia, de esa miseria material y espiritual insostenible que ha provocado el imperialismo».
También en nombre de la Isla, el Premio Nacional de Literatura envió un abrazo a Rafael Correa, «inteligente, agudo, culto, conocedor de los problemas esenciales de nuestro continente»; a los Presidentes de los pueblos del ALBA, a los líderes de los movimientos sociales, y a «todos los que mantienen en alto las banderas de la justicia y de la emancipación social».
La voz de los más humildes
El presidente venezolano Nicolás Maduro, al intervenir en la Cumbre de los Pueblos, refirió que esta cita va a tener un impacto en la conciencia de los pueblos, que cada vez observan más de cerca los procesos y los debates, pueblos que conocen cada vez más la historia. Un debate es una batalla de ideas entre quienes defienden el pasado y los que quieren borrar la historia porque están avergonzados de lo que se ha hecho, enunció con énfasis.
Destacó que esta es una Cumbre de movimientos sociales. No se ha podido soslayar la voz de los más humildes. Los pueblos no existen para las oligarquías. Gracias al liderazgo que se ha levantado en América hoy estamos transitando por nuestra propia historia. Como dijera hace unos años la presidenta Cristina Fernández, por vez primera los Presidentes se parecen a sus pueblos.
Maduro se refirió al dolor inmenso con que se despidió a Chávez y a los días que le han tocado a la Revolución Bolivariana. Recalcó que se han vivido diversas etapas de agresiones: «Somos una Revolución asediada, primero contra Chávez, y ahora me ha tocado enfrentar a mí y al pueblo, a la clase obrera, a los estudiantes, a los campesinos, todas las formas de desestabilización posibles. Con nosotros ya se le acabaron las páginas al Manual de los golpes de Estado de la CIA», acotó.
Explicó que el Comandante Chávez había construido bien desde las raíces. Por eso la Revolución Bolivariana no depende de un hombre. Ya Chávez es el pueblo. Cuando él lo decía la oligarquía no le creía, pero él estaba construyendo la unión cívico-militar, estaba construyendo conciencia.
La paz ha sido nuestra gran victoria, agregó. Nuestra victoria nunca será una guerra, siempre será el camino de transformaciones revolucionarias.
«Hoy vimos cómo creció la ola de la verdad en varios idiomas, expresó, al referirse al decreto del presidente Obama contra Venezuela. Una sola voz fue América Latina y el Caribe, ha sido una gran victoria de la paz. Ya quedarán los criterios para los analistas de las esquinas, de las plazas, los cafetines de las fábricas, que son el pueblo.
Significó que fue emocionante ver, como acompañado por Martí, a Raúl. Hizo alusión a la defensa de Fidel en La historia me absolverá, y agregó que tanto el líder de la Revolución Cubana como Raúl han sido absueltos varias veces por la historia.
Expresó que en La Higuera el Che se hizo eterno, y ahí mismo su asesino quedó muerto en vida. Ese criminal es un cadáver insepulto, agregó.
En cambio, el Che está más vivo que nunca, trascendió su vida física, dijo.
Hace 13 años —comentó—, un día como hoy, 11 de abril, se estaba ejecutando una jugada cínica contra el presidente Chávez. Los oligarcas abrían las botellas de champaigne. Fueron horas de dolor. Si a Chávez lo hubieran matado nos hubiera tocado levantarnos en armas.
Nuestra Revolución nació de parto violento. Ese fue el levantamiento militar de Chávez, recordó. Pero entendimos, porque Chávez nos hizo conciencia, que la oligarquía corrupta no merece una gota de sangre más del pueblo. Por eso vamos por el camino pacífico, comentó.
Hizo referencia a la masacre de diciembre de 1989 contra el pueblo de Panamá, un hecho que se dio por imposición del consenso de Washington.
Queremos cambios profundos y seguimos aspirando a que nuestros pueblos sigan transitando por ese camino. Nadie se engañe con sonrisas y saludos, que, parafraseando al Che, no se puede confiar ni un tantito así.
Ponderó que lo que está pasando en este momento histórico no tiene comparación. Todo va tributando a nuevas estrategias, a actuar con inteligencia, porque nos subestiman. «A mí me subestiman muchísimo, pero este humilde conductor seguirá con el volante firme» conduciendo la Revolución Bolivariana.
Nunca más se tolerarán injerencias
La VII Cumbre de las Américas ha sido histórica, por fin estuvimos todos más unidos que nunca, con una América Latina diciendo claramente que no toleraremos más injerencia, neoliberalismo, aseguró el presidente Rafael Correa, en la clausura de la Cumbre de los Pueblos, en el Paraninfo de la Universidad de Panamá.
Hoy fue un día memorable, pues nuestra región vive un verdadero cambio de época, en la que se demuestra que a América se le respeta, desde las diferencias y sus derechos, significó el mandatario.
El líder ecuatoriano exhortó a que sea la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños el mecanismo para conciliar los problemas y soluciones de América Latina y el Caribe, y dejar la OEA para la discusión entre los dos bloques.
Advirtió que aunque somos diferentes, no por eso debemos ser adversarios y defender nuestras visiones. Convocó a crear el Sistema Latinoamericano de Derechos Humanos para que nuestros países se rijan por él.
Significó la importancia de que Cuba estuviera presente por primera vez en estas cumbres hemisféricas, y felicitó el acercamiento de la Isla y Estados Unidos: «Pero atentos, tampoco vamos a aceptar visiones hegemónicas, aquí no hay favores, eso es justicia, se lo ha ganado el pueblo cubano, por su soberanía y dignidad».
Advirtió que falta mucho, pues hay que levantar ese bloqueo y devolver la base naval de Guantánamo a la nación caribeña.
Correa dijo que no hay que llenarse de pasado, pero sí aprender de la historia: «Hay cosas que es prohibido olvidar por los pueblos».
Denunció la ridícula orden ejecutiva de Estados Unidos contra Venezuela, y señaló que hay que empezar a respetar la convivencia y el respeto entre los países.
«Nos hablan de democracia y lo que hacen es atentar contra los Gobiernos más democráticos, que han cambiado la realidad de millones de pobres con políticas de educación, servicios públicos, justicia y equidad social», denunció.
La Cumbre de los Pueblos concluyó con la estremecedora evocación artística que el cantautor cubano Raúl Torres hiciera al Comandante eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
Declaración final
Los debates acontecidos en la Cumbre de los Pueblos, realizada del 9 al 11 de abril en Panamá, quedaron plasmados en un documento final. El encuentro, que tuvo como lema: América Latina, una patria para todos, en paz, solidaria y con justicia social, reunió en la Universidad de Panamá a más de 3 500 delegados, que representaron a centenares de organizaciones sindicales, campesinas, indígenas, estudiantiles, de derechos humanos, ecologistas, y feministas.
Según el documento final, los pueblos respaldan la proclamación del hemisferio como zona de paz, libre de colonialismo, y rechazan firmemente el acoso militar, agresiones y amenazas de Estados Unidos y sus aliados a través de bases militares.
Asimismo persiste el respaldo al pueblo cubano y su Revolución, y se exige el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero que mantiene Estados Unidos contra la Isla, el cierre inmediato de la Base Naval de Guantánamo, y la salida de la Isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo. Además, los delegados saludan con regocijo el regreso a casa de los Cinco Héroes cubanos.
El texto también expresa el apoyo incondicional a la Revolución Bolivariana de Venezuela, a su legítimo Gobierno, y el rechazo al decreto del presidente Barack Obama que declara a este país como una amenaza.
El derecho a la independencia de Puerto Rico y una salida al mar para Bolivia, las reparaciones a las familias víctimas de la invasión de 1989 contra Panamá, el apoyo permanente a Argentina para la recuperación de las Islas Malvinas, y el retiro inmediato de las tropas de ocupación de Haití, son otros de los puntos neurálgicos de la declaración final.
Los delegados, entre otras causas legítimas, reverenciaron, además, procesos de integración como el ALBA y la Celac, que han fortalecido la unidad latinoamericana.