Presidente de Ucrania Petro Poroshenko. Autor: EFE Publicado: 21/09/2017 | 05:49 pm
KIEV, junio 7.— Investido con los poderes de presidente de Ucrania, el magnate Petro Poroshenko prometió este sábado un diálogo con representantes pacíficos del territorio del Donbass, pero adelantó que no permitirá la federalización del país y recuperará Crimea.
Durante la ceremonia de asunción en la Suprema Rada (Parlamento) el quinto jefe de Estado desde la década de 1990, dejó claro también que la única lengua oficial es el ucraniano, en franco desconocimiento de los reclamos de las regiones orientales con predominio de rusohablantes para un estatus estatal de esa lengua.
Tras jurar ante la Constitución y el evangelio, pronunció, sin embargo, su primer discurso en los idiomas ucraniano y ruso, señala PL.
Conocido como el rey del chocolate por los millonarios activos en el sector de las confituras, y con una carrera política difusa, como el ocupar cargos en gobiernos de diverso tinte ideológico, Poroshenko ganó en primera vuelta las elecciones presidenciales del 25 de mayo, con 54,7 por ciento.
En esos comicios, realizados bajo una operación militar y de bombardeos masivos contra las regiones rebeldes, la mayoría de la población de Donetsk y Lugansk no acudió a las urnas.
Insistió Poroshenko ante invitados extranjeros en que Crimea es parte de Ucrania y en ello no habrá compromisos. Dijo que en esos términos habló con el presidente de Rusia. «Crimea es y será ucraniana. Y punto», enfatizó.
Su discurso inaugural incluyó también las promesas de servirle a todos los connacionales, defender los derechos y libertades ciudadanas, con apego a la Carta Magna, así como preservar y fortalecer la unidad de Ucrania.
Prometió nuevamente que viajaría al Donbass para dialogar con «los representantes pacíficos de la separación de Donetsk y Lugansk», pero no dijo una palabra sobre la suspensión de los bombardeos de esas ciudades y de poner fin a la muerte de civiles.
Agregó Poroshenko que garantizará un corredor para la salida de Ucrania «de mercenarios rusos, que quieren regresar a su casa», haciendo omisión a la tragedia humanitaria en algunas ciudades como Slaviansk, sitiada por las fuerzas regulares y hostigada a diario por la aviación militar.
Las autoridades de Kiev no reconocen la existencia de problemas humanitarios derivados de la operación de castigo que comenzó a mediados de abril y ha cobrado cientos de vidas de civiles. La prensa ucraniana ha silenciado la magnitud y el impacto de los bombardeos en zonas residenciales.
Poroshenko insistió, al igual que en su campaña, en la celebración de comicios legislativos anticipados, con lo cual se modificaría definitivamente el mapa político del país, a lo que aspiran los partidos ahora en el poder.
Reiteró asimismo que los «sueños de una federalización en Ucrania», el fundamento de los reclamos de las regiones del sureste, no tienen asidero.
Poroshenko asumió también las facultades de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania.