Damasco, 28 abr El representante permanente de Siria ante Naciones Unidas aseguró que la acusación al gobierno sobre el supuesto uso de armas químicas forma parte de una campaña de presiones y un intento de reproducir el guión iraquí para intervenir militarmente, refiere PL.
En una entrevista con el canal libanés NBN, reproducida este domingo por la televisión estatal, Ibrahim al-Yaafari afirmó que desde el comienzo del conflicto en marzo de 2011, los enemigos de Siria han recurrido a distintos métodos para presionar y obtener concesiones políticas.
El diplomático respondió igualmente a las recientes declaraciones del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien demandó la imposición de una zona de exclusión aérea o rearmar a las bandas armadas que operan en el país si fuese comprobado el eventual uso de armas químicas por orden de las autoridades.
Decretar una zona de exclusión aérea requiere una resolución del Consejo de Seguridad y esto es infinitamente imposible, remarcó.
En cuanto a la entrega de equipos bélicos a los grupos opositores armados, al-Yaafari comentó que resultan «habladurías estadounidenses para despistar, porque todo el mundo sabe que Washington les provee armamento desde hace mucho, al igual que apoyo financiero y político».
Recordó, además, que ello ocurre cuando miles de elementes de la red terrorista Al Qaeda y otras entidades extremistas continúan entrando a esta nación del levante a través de la frontera con Turquía.
El diplomático reconoció que Occidente puede agredir a Damasco al margen del Consejo de Seguridad, de la misma forma que atentó contra Yugoslavia, Irak y Libia, «pero mediante la legislación internacional no podrá concretar una resolución para imponer una zona de exclusión aérea sobre todo el país o una parte de su territorio», estimó.
Al-Yaafari reiteró que el objetivo de gobiernos occidentales y regionales es repetir el guión iraquí, que hace una década abrió las puertas a la invasión contra Irak bajo el falso argumento de la presencia de armas de destrucción masiva en manos de Saddam Hussein, las cuales nunca fueron halladas.
Ahora se pretende que Siria abra sus puertas a una «inspección insolente e incontrolada», para darle la cobertura necesaria a través de los mecanismos de Naciones Unidas, con el fin de amenazar nuestra soberanía alegando el uso de armas químicas, ripostó el representante permanente de Siria ante Naciones Unidas.
Hace tres días, Estados Unidos y Reino Unido alegaron disponer de «fuertes indicios» de que Damasco habría utilizado gas sarín y otras sustancias tóxicas contra los grupos mercenarios que apoyados y armados por países regionales y occidentales, pretenden derrocar al Ejecutivo.
No obstante, la Casa Blanca reconoció luego que las supuestas «evaluaciones» todavía resultan «insuficientes», por lo cual hacen falta «hechos creíbles y confirmados para tomar decisiones».
El gobierno sirio negó en reiteradas ocasiones disponer de tal tipo de armamento y, por el contrario, acusa los grupos irregulares de emplearlas, como ocurrió el 19 de marzo en la localidad Khan al-Asal, norteña provincia de Alepo, cuando el lanzamiento de un misil cargado con material químico mató a 25 personas y dejó heridas a unas 110.