El Presidente Encargado Nicolás Maduro resaltó el carácter liberador de la lectura durante la inauguración de la 9na. Feria Internacional del Libro de Venezuela. Autor: José M. Correa Publicado: 21/09/2017 | 05:31 pm
CARACAS.— Con la consigna del presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, «ni un minuto de silencio y toda una vida de lucha», quedó inaugurada la 9na. edición de la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven 2013).
Prevista inicialmente para establecerse en esta capital entre el 8 y el 17 de marzo, para luego continuar por el resto de los 23 estados de este país, la Feria fue aplazada por la repentina partida del presidente Hugo Chávez e inaugurada la víspera, en su homenaje y según sus preceptos, expresó Pedro Calzadilla, ministro de Cultura.
Chávez era un voraz lector, y vio en los libros parte del camino para abrirse a la plena libertad, dijo el poeta, escritor e historiador bolivariano Gustavo Pereira, intelectual que es homenajeado en Filven 2013.
Rememorando la síntesis martiana «Ser culto para ser libres», Pereira refirió literalmente las palabras de Martí quien, a su decir, fue aún más radical en la frase: «Ser culto es el único modo de ser libre».
Filven 2013 fue inaugurada por Nicolás Maduro, presidente encargado de la República, quien resaltó la importancia de la lectura y los libros para superar la cultura capitalista y los lastres que arrastra, desde la ignorancia hasta la violencia.
Al referirse a la campaña electoral que actualmente se desarrolla en el país, auguró que el 14 de abril, el día de los comicios, la Revolución Bolivariana obtendrá «la victoria más grande que se haya conocido en el país, y la vamos a hacer por Hugo Chávez», enfatizó.
Maduro analizó nuevamente la agenda proselitista del discurso del ultrarreaccionario Henrique Capriles Radonski, en su aceptación, el domingo, de la candidatura que le ofreció la reaccionaria Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para contender contra el candidato socialista, la cual —aseguró— es un guión elaborado por sus asesores «del Norte».
Reiteró que la alusión de Capriles que puso en duda la fecha de la muerte del presidente Chávez respondía a dos objetivos: uno, destruir la verdad sobre los últimos días de vida del Comandante Presidente y confundir al pueblo sobre la rectitud del Gobierno bolivariano.
Dos: provocar una explosión de ira y violencia del pueblo ante la falta que este cometió contra la memoria del presidente Chávez, el honor de su familia y del pueblo.
Esta situación —dijo Maduro— hubiera sido incontrolable si el gabinete ejecutivo, en su persona, no hubiese rechazado de inmediato el discurso fascista del candidato de la derecha.
A propósito, Maduro denunció que existen planes de la ultraderecha internacional para atentar contra la vida de Capriles Radonski, específicamente por parte de sectores conectados con el «grupo de Roger Noriega y Otto Reich en los Estados Unidos».
El Presidente encargado anunció que había impartido órdenes a la jefatura del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) para que se pusiera al tanto de la situación a representantes del aspirante de la reacción.
También se dispuso «toda la protección policial y de seguridad para garantizarle su tranquilidad, su vida, sus derechos políticos, y que haga la campaña electoral que tenga que hacer, en democracia.
«Queremos que (Capriles Radonski) tenga toda la garantía absoluta, y alertamos a nuestro pueblo y alertamos al mundo de las conspiraciones que hay contra la paz y la estabilidad de la República» Bolivariana de Venezuela, señaló Maduro.