Naciones Unidas Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) retoma este sábado el debate de resolución sobre Siria, que impulsan los países occidentales y árabes, con el fin de ser sometido a votación después de varias jornadas de discusiones de tres borradores.
Las discusiones en la sede de la ONU del proyecto de resolución sobre Siria habían quedado suspendidas cuando una nueva redacción del texto fue enviada a las naciones de cada miembro para que sus gobiernos decidieran sobre su letra.
Según fuentes oficiales del organismo, la última versión discutida omite partes esenciales de propuestas iniciales hechas por Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Marruecos y que obligaban entre otras cosas, a la salida del presidente Al Assad, del poder.
También elimina los reclamos de las potencias occidentales y de algunos Estados árabes para imponer sanciones y un embargo de armas a Siria.
Estos dos puntos, fueron criticados por Rusia durante las discusiones previas, en las que advirtió que vetaría cualquier proyecto que las incluyera.
Para el Gobierno de Rusia, el proyecto de resolución sobre Siria «no conviene para nada» y someterlo este sábado a votación provocará un «escándalo», declaró el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
Si Estados Unidos «quiere aún un escándalo en el Consejo de Seguridad, no podemos detenerlo», agregó Lavrov.
El canciller ruso señaló que el viernes había enviado a la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, un documento con los cambios que Rusia desea introducir en la resolución.
«Nadie tiene razones para dudar de la validez y la objetividad de esos cambios. Espero que la razón predomine sobre el enfoque tendencioso», dijo Lavrov.
El borrador del texto que fue enviado a los países miembros del organismo para que lo analizaran y así buscar su aprobación, incluye una amenaza implícita: Si durante 21 días las autoridades sirias no cumplen con los requisitos de la resolución, el Consejo puede considerar «medidas adicionales».
Desde el inicio de las discusiones, que comenzaron hace cuatro días, Rusia y China, con derecho de veto, han manifestado su rechazo a una intervención militar en Siria como ocurrido en Libia, cuando en marzo de 2011 fue aprobada en el Consejo de Seguridad una resolución, con abstenciones de Moscú y Beijing y manipulada por las potencias occidentales para que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) agrediera militarmente a esa nación árabe.
Esta intervención militar, que apoyó a los rebeldes libios, produjo el derrocamiento del gobierno del líder libio, Muamar Al Gaddafi.
Las delegaciones rusa y china vetaron en octubre pasado un intento de Estados Unidos y los países occidentales miembros del Consejo de Seguridad para condenar a las autoridades de Damasco y aplicar sanciones.
Los acuerdos del Consejo tienen que ser aprobados por el voto positivo de nueve de sus 15 integrantes y ninguno en contra de los cinco miembros permanentes (veto): Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China.
Los otros asientos del cuerpo están ocupados ahora por Alemania, Portugal, India, Colombia, Guatemala, Marruecos, Paquistán, Suráfrica, Togo y Azerbaiyán.
Según las potencias occidentales, la resolución sobre Siria busca «una salida a la crisis» que vive la nación árabe desde marzo de 2011 tras las manifestaciones a favor y en contra del Ejecutivo de Al Assad.