Los negociadores del Congreso de Estados Unidos firmaron un acuerdo sobre el gasto para las agencias federales de un 1.000 millones de dólares, a falta de 28 horas de que se cumpliera el plazo que hubiese provocado un cierre parcial del gobierno.
Tras abandonar las propuestas de restricción de los viajes a Cuba de los ciudadanos cubano-estadounidenses y una disposición de menor importancia relacionada con la supervisión de las operaciones financieras, los miembros de la Cámara de Representantes y los comités de Asignaciones del Senado dieron su aprobación final al plan.
El acuerdo, al que se llegó tras cuatro días de negociación, estaba supeditado a la demanda del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a prorrogar los recortes de impuestos en nómina, que vencen a finales de este mes.
El pasado noviembre el Congreso aprobó los presupuestos para las agencias encargadas de las áreas de agricultura, comercio, justicia y transporte, y vivienda, pero no lograron un consenso respecto a las prioridades presupuestarias y dejaron en el aire nueve proyectos de ley presupuestarios para las agencias federales.
No es la primera vez que el Congreso ha tenido que recurrir a medidas temporales para mantener en funcionamiento el Gobierno. La última vez que el Congreso aprobó todos los 12 proyectos de ley presupuestarios sin parches de emergencia fue hace 15 años.
Las conversaciones acerca del impuesto sobre la nómina, que pusieron en jaque el cierre parcial del gobierno, se iniciaron después que los demócratas no lograran su demanda de que el recorte impositivo se pagase con un recargo nuevo a aquellos que ganan más de un millón de dólares al año, condición a la que renunciaron en la noche de ayer.