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WASHINGTON, octubre 26.— El Departamento de Estado norteamericano gastó 70 000 dólares en comprar libros del presidente, Barack Obama, y enviarlos a distintas embajadas alrededor del mundo, reportó ANSA, mientras los estadounidenses sufren desempleo y otras penurias por la crisis del sistema y toman las plazas de distintas ciudades para manifestar su indignación.
Según aseguraron este miércoles funcionarios de ese país, la compra de los ejemplares del libro que Obama publicó hace diez años, Dreams from my father, sirve para «impulsar la política exterior».
Lo cierto es que a medida que se acercan las elecciones, los republicanos aprovechan cualquier filón informativo para desacreditar a los demócratas, mientras en lo que menos piensan es cambiar el orden de cosas que tienen a tantos indignados, incluso allí donde debería realizarse el «sueño».
The Washington Times dio cuenta de que la embajada estadounidense en El Cairo gastó en agosto de 2009 más de 28 000 dólares en ejemplares del libro, mientras que, hacia la misma época, la representación en Seúl invirtió 6 000 dólares en sus propios volúmenes. Los libros, señalaron las fuentes consultadas por el diario, se utilizaron como regalos de Navidad y para abastecer «bibliotecas clave alrededor del mundo».
Por si acaso y para salvar responsabilidades, el vocero Jay Carney aseguró que la Casa Blanca no tuvo nada que ver con la decisión de comprar los libros de Obama, pero recordó haber leído en algún diario que esas mismas embajadas tienen en sus bibliotecas ejemplares de obras del ex secretario de Estado Colin Powell o de George W. Bush y Ronald Reagan. O sea, que no se trata de los libros de Obama, sino de una práctica común. Pero en tiempos de crisis y elecciones…
