Los gases lacrimógenos, lanzados por la policía contra los manifestantes en la Plaza Syntagma, ahogan a la sede del Parlamento griego. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:11 pm
ATENAS, junio 28.— Una huelga general contra el plan de austeridad que debate el Parlamento griego y que exigen la UE y el FMI para acudir al rescate financiero del país helénico, paralizó el martes a Grecia, donde multitudes de personas participaron en las protestas, marcadas por incidentes en Atenas.
Las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos a un grupo de jóvenes que les arrojaban proyectiles desde la plaza Syntagma, en el centro de la capital, al margen de la manifestación sindical. Según la policía, citada por AFP, una persona fue herida en las reyertas.
Los manifestantes se habían congregado poco antes en Syntagma, al grito de «el proyecto de ley no pasará».
La policía movilizó a unos 4 000 efectivos para escoltar las marchas, y rodeó el Parlamento con una barrera, además de desplegar en el área a centenares de efectivos antimotines.
Desde Bruselas, el presidente de la UE, Herman Van Rompuy, declaró ante el Parlamento Europeo que «hay momentos decisivos, y las horas que vienen serán decisivas (...) no solo para el pueblo griego, sino también para la eurozona (los 17 países que tienen el euro como moneda) e incluso para la estabilidad de la economía mundial».
Otra que no se ahorró «consejos» fue la flamante directora gerente del FMI, la ministra francesa de Economía Christine Lagarde, nombrada este mismo martes para ocupar el puesto de su coterráneo Dominique Strauss-Kahn en la institución financiera internacional. Lagarde llamó a Grecia a alcanzar un «acuerdo nacional» en lo político para aprobar las medidas de austeridad, porque «el destino del país depende de ello».
En las calles griegas, sin embargo, la indignación era general. Una manifestante de 36 años, dijo a la AFP: «No queremos el dinero de Europa. Déjennos tranquilos, por favor».
La huelga paralizó los transportes públicos de Atenas, con excepción del metro, que los sindicatos decidieron mantener en funcionamiento para facilitar el acceso a los puntos de concentración.
Los huelguistas rechazan un programa que prevé recortes de 28 600 millones de euros entre 2012 y 2015, y privatizaciones por un monto de 50 000 millones, para reducir la deuda pública. Todo eso se hará mediante nuevas alzas de impuestos y la supresión de más empleos en la función pública.