Miles de venezolanos exigieron que se juzgue a todos los culpables de los sucesos de abril de 2002, cuando la oligarquía quiso acabar con la Revolución. Autor: Ismael Batista Publicado: 21/09/2017 | 05:07 pm
CARACAS.— Bajo el lema «Está prohibido olvidar», algunos miles de caraqueños se concentraron en Puente Llaguno, luego marcharon hacia la sede de la Asamblea Nacional y culminaron la jornada de conmemoración en el Parque Carabobo, frente a la Fiscalía General de Venezuela, exigiendo justicia para quienes murieron durante el ataque policiaco contra el pueblo que se enfrentó al golpe de Estado protagonizado por la oligarquía y sus medios de comunicación, con apoyo de Estados Unidos.
Encabezados por familiares de las víctimas, hombres y mujeres del pueblo cantaron a su lucha y dijeron no a la impunidad, conscientes de que «todavía la Revolución, la Patria y el futuro de nuestros hijos y nietos está en peligro», como expresaba desde el escenario una de las agrupaciones artísticas siempre presentes en defensa del proceso bolivariano.
Otro manifestante exhortaba: «Levanten las chupetas compañeros», pidiendo que carteles de prontuario criminal enarbolados contra la impunidad se mostraran más claramente, y en ellos estaban los rostros y delitos de quienes todavía hoy se imponen en la vida política venezolana, incluso como diputados de la oposición en la Asamblea Nacional, participantes en el golpe contra el presidente Hugo Chávez, elegido democráticamente por la gran mayoría de los venezolanos.
Al fascista, al golpista, mi pueblo dice no, y el canto señalaba a Enrique Mendoza, María Corina Machado, Henry Ramos Allup, Julio Borges y otros acusados como autores intelectuales, incluso de decenas de asesinatos cometidos en los dos días en que se apoderaron de Miraflores.
Junto a la impactante escultura en bronce, obra de Carlos Prada, en medio de la multitud que llena la Avenida Urdaneta, en Puente Llaguno, un anciano mantiene firme y en alto la foto enmarcada de Chávez con sus atributos presidenciales. «Estamos respaldando al Gobierno y al presidente que más ha ayudado a los viejitos», dice sin que su brazo deje caer la imagen, «y lo vamos a apoyar hasta las últimas consecuencias, porque es el hombre que necesita Venezuela y Latinoamérica también».
Sergio Muñoz no es venezolano de nacimiento, desde el mismo momento en que nos hablaba supimos que era chileno… «Pero hace 24 años que vivo en Venezuela y este es también mi país.
«¡Que viva Chávez hasta el dos mil siempre!», es la exclamación y breve declaración de Rafaela Landaeta Hernández, que vive en la popular parroquia de San Agustín del Sur, y agrega: «Conmemoramos los nueve años del golpe de Estado que se le dio injustamente, se lo repito, in-jus-ta-mente», subraya y reitera su juramento: ¡Que viva Chávez hasta el dos mil siempre!
Los nombres de algunos de los caídos, —y la concentración responde con la palabra ¡Justicia!—, son enumerados por una de las integrantes de la Asociación de Víctimas del 11 de Abril. «No hemos venido a llorar a nuestros muertos, venimos a pedir justicia, que cese la impunidad. Solo hay tres policías metropolitanos presos por tres homicidios». Exige que se reabran las investigaciones y se nombre una comisión de fiscales, y ese es el reclamo que llevaron a la Asamblea Nacional, para que interpelen a los golpistas que ahora son diputados, y hasta la Fiscalía General para que se juzgue a todos los culpables del golpe y de la represión.
Osvaldo Carrillo llegó desde otro extremo de Caracas, de Los Castaños, en El Cementerio. Para nada baja la bandera y el cartel donde denuncia a Enrique Mendoza —que hoy vergonzosamente se ampara en una «inmunidad parlamentaria», y asegura: «No podemos permitir que esto el pueblo lo olvide, el golpe de Estado de abril de 2002, cuando la oligarquía en complicidad con Estados Unidos quiso quitarnos a nuestro Gobierno. No podemos permitir que esto vuelva a pasar, tratamos de mantener vivo ese recuerdo de entonces, de dolor por las muertes y de preocupación por nuestro presidente, pero el 13 recuperamos a quien habíamos elegido democráticamente y con él nuestro poder como pueblo».
En toda Venezuela, esta semana es de homenaje a las víctimas, de exigencia de justicia, de enfrentamiento a quienes quieren repetir el golpe, y de celebración del poder de un pueblo que no quiere olvidar ni dejar caer su Revolución.
Abril es también en Venezuela un mes de lucha por la soberanía y la independencia, como trazaron el camino hace 200 años quienes firmaron la primera Constitución anticolonial y antiimperial de la América Nuestra.