NACIONES UNIDAS, enero 13.— El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, afirmó este jueves que los ataques realizados contra los cascos azules de la ONU en Costa de Marfil constituyen crímenes bajo la ley internacional, y que sus autores no quedarán impunes.
En una nueva declaración sobre las agresiones sufridas por los efectivos de la misión de la ONU en ese país africano (UNOCI), el titular de la organización mundial reiteró su advertencia de que los responsables de esos actos serán procesados por la justicia, reportó PL.
La reacción de Ban Ki-moon se produjo luego que el secretario general de la instancia internacional conoció sobre otros seis atentados sufridos este jueves por los efectivos de la UNOCI, y que dejaron dos heridos y un vehículo militar incendiado, según precisó EFE.
Costa de Marfil está inmersa en una profunda crisis a raíz de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de noviembre pasado, cuando Laurent Gbagbo, mandatario saliente, rechazó el dictamen de la Comisión Electoral Independiente que dio la victoria a Alassane Ouattara.
Este último fue reconocido por la ONU, la Unión Africana, la Comunidad Económica de Estados de África Occidental, la Unión Europea y varios países como mandatario electo.
Ban Ki-moon también condenó el uso continuo de la Radio Televisión Marfileña para instigar a la violencia contra la misión de paz de la ONU, incluyendo la difusión de información falsa sobre un presunto apoyo a los soldados de las Fuerzas Nuevas, leales a Ouattara.
Recientemente, el Consejo de Seguridad reiteró su amenaza de aplicar sanciones a quienes amenacen el proceso de paz, obstruyan el trabajo de la UNOCI o cometan serias violaciones de los derechos humanos en el país marfileño, indicó PL.
Hasta el momento, según la UNOCI, los muertos confirmados desde que se inició la violencia postelectoral en Costa de Marfil, el pasado 16 de diciembre, son al menos 210, la mayoría seguidores de Ouattara, dijo EFE.
El sur de Costa de Marfil está controlado por las Fuerzas Armadas y de seguridad, leales a Gbagbo, y el norte sigue dominado por las milicias del antiguo movimiento rebelde Fuerzas Nuevas, que respaldan a Ouattara.
La misión de la ONU está integrada por diez mil militares y policías, cifra que puede aumentar en mil o dos mil nuevos elementos, según una propuesta presentada por Ban Ki-moon al Consejo de Seguridad.