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CARACAS.— Acaba de nacer un barrio nuevo en el Distrito Capital, está en el kilómetro 8 de la Carretera Panamericana rumbo a Los Teques y lleva el nombre de Felipe Acosta Carlés. Son dos bloques de 40 apartamentos cada uno, y está siendo construido por la Empresa Cement de Venezuela.
Final de año feliz para 80 familias que perdieron sus viviendas, apenas ranchitos de latas de zinc, cartón, y pedazos de tabla, en el Ezequiel Zamora de La Rinconada.
Este jueves 30 de diciembre de 2010 se entregaban otras 100 viviendas en el barrio Santa Rita del estado Zulia, uno de los más afectados por el temporal de lluvias, y ya son 2 400 en todo el país, cumpliéndose el compromiso que ha hecho el dirigente de la Revolución Bolivariana de no descansar hasta que todos los venezolanos necesitados tengan su hogar propio y digno.
De esta emergencia, se hacen necesarias casi 25 000 viviendas y debe resolverse en un plazo no mayor de año y medio. Por tanto se pide acelerar la construcción para que los afectados puedan ir saliendo de los más de 800 refugios en funcionamiento, y eso será con el concurso de todos.
En el acto, donde el público principal eran los damnificados dignificados, los niños llevaron su inocencia y espontaneidad para hacer más alegre la tarde-noche llena de emociones, y también estuvo la presencia de los colaboradores cubanos.
Los 44 000 cooperantes de la Isla que trabajan en Venezuela, estuvieron representados por seis profesionales de la salud y el deporte, destacados en la ayuda solidaria de emergencia en los refugios: el granmense Roberto Pérez Viltres; el tunero Alfredo Ávila Jomarrón; el manzanillero Guillermo Larramendi; la holguinera Yunia Borrego; la santiaguera Naila Neyra; y el santaclareño Osiris González.
Ellos escoltaron a Roberto López, jefe de las Misiones Cubanas en Venezuela, en un nuevo acto de amor y hermandad: la entrega al presidente Chávez de un cheque por 463 755 bolívares fuertes (equivalente a 100 000 dólares) para paliar las necesidades de los damnificados. Es el generoso y modesto aporte de cada uno de los cubanos y cubanas en ese acto de deber que nos legara el Maestro, «deme Venezuela en que servirla, en mí tiene un hijo».
La Misión cubana ha decidido hacer un aporte, además de lo que dan a diario, dijo Chávez, y lo calificó de «gesto de desprendimiento sublime».
Heroica la jornada de los cubanos y cubanas en Venezuela, agregó; «que todo esto se convierta en vida y felicidad para la Patria cubana, que también es nuestra Patria», concluyó el presidente Hugo Chávez, quien cerró el sencillo y emotivo acto con un broche de justicia social: la entrega de los títulos de propiedad de los nuevos hogares…
