Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los crímenes tienen nombre

El Tribunal Antiimperialista del XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes determinó que el imperialismo es el mayor peligro que enfrenta el mundo, e instó a los pueblos a unirse para prevalecer por encima de esa fuerza que atenta contra la sobrevivencia de la especie humana

Autores:

Jorge L. Rodríguez González
Yailin Orta Rivera

PRETORIA, Sudáfrica.— Parecía que se habían concentrado todos los dolores de este mundo, cuando desde el estrado del Tribunal Antiimperialista del XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, voces diversas denunciaron los crímenes que ha cometido el imperialismo.

Estremeció escuchar en tan poco tiempo tantos testimonios desgarradores. La secuencia de imágenes que acompañaron a los testigos dio cuenta del dolor sin fondo que sufren muchos pueblos de este mundo asimétrico.

El amplio espectro de hechos impugnados no podía tener otra sentencia que la condena irrefutable al imperialismo, encarnado en los sucesivos Gobiernos estadounidenses secundados por Occidente.

En ese tono se pronunciaron los magistrados al término de dos días intensos en los que se pusieron sobre el tapete las injusticias y horrores de este mundo.

Quien se llegó este domingo y lunes a una de las salas inmensas del Centro de Convenciones de Tshwane quedó sacudido con tantos dolores dispersos y por esa ruta de angustias que transita tanta gente en este planeta por la actitud cruel e irresponsable del imperio.

Una de las historias que abrió la jornada de justa condena fue contada por Issam AlDibie, quien habló en nombre de todos los muertos de su tierra. En sus palabras describió las torturas de Israel contra el pueblo palestino.

De esos ultrajes puso al corriente a los delegados a esta cita, quienes además quedaron consternados con las hirientes fotografías que presentó a los magistrados. Niños, mujeres, hombres: todo un pueblo lastimado, humillado y víctima de las más duras atrocidades.

«Estos horrores que ustedes ven en estas imágenes —dijo— ahora mismo los está cometiendo Israel contra nuestra gente, alentados además por Estados Unidos».

Añadió con fuerza que Palestina quiere la paz, pero no a costa de la soberanía que desde el año 1948 ellos les han robado por la fuerza.

Samar Awadallh también denunció en su comparecencia todas las penas que sufren las mujeres en la Palestina ocupada: «En la llamada Operación Escudo de Defensa de 2002, se llevaron a nuestros esposos y a una mujer que estaba embarazada la vimos morir suplicando que un médico la asistiera en el parto. Esta vivencia aún me desvela.

«Ella murió ante los ojos de los lobos, rogando por la vida de su hijo, quien nunca pudo llegar a este mundo», dijo conmovida, al tiempo que recordó que este no es el primer caso de una mujer palestina humillada y ultrajada.

Ante este Tribunal, presidido por el señor Andile Mnxitama, miembro de la Corte Suprema de Sudáfrica, argumentó Samar que hoy hay más de cien mujeres en las cárceles israelíes y bebés apresados junto a sus madres.

Narró además cómo se producen los ataques contra los edificios civiles con bombardeos intensos, y puso por ejemplo el suyo, el cual fue destruido por la metralla de tanques gigantescos. «Son bombas de 500 libras las que lanzan», añadió para dar la magnitud de la intervención bárbara de los israelíes.

Salah Aded Ati, como miembro de la delegación de Palestina, también hizo referencia a esas heridas abiertas que tiene en el alma. «Nosotros solo pretendemos que se acepten nuestros sueños y que se respete nuestro derecho a la Tierra Santa. No puede ser una maldición ser un palestino. Cuántos años más habrá que estar resistiendo para que nuestro pueblo pueda tener esperanzas. Es inconcebible que los palestinos desde que nazcan sean refugiados».

En su exposición aludió a que los crímenes cometidos por los sionistas ascienden a más de 6 000 muertos, más de 7 200 prisioneros en las cárceles, entre los cuales algunos llevan más de 25 años tras los barrotes; mientras a 32 diputados no les fue respetada su inmunidad y fueron apresados.

«Han cometido actos de lesa humanidad: torturas, masacres, detenciones ilegítimas, ataques a centros civiles y otras acciones. Y toda esta política de bárbaros ha tenido el apoyo y el aliento de los Estados Unidos», explicó enardecido.

A las puertas de una guerra nuclear

Por la parte cubana, el joven diputado Yoerky Sánchez alertó sobre el peligro de una posible guerra nuclear que gravita sobre la humanidad, que amenaza desde los días del Mundial de Fútbol celebrado aquí en Sudáfrica, después del dictamen del 9 de junio del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el que se condenó a Irán por las investigaciones que lleva y la producción de pequeñas cantidades de uranio enriquecido al 20 por ciento con fines pacíficos.

Habló del titánico esfuerzo de nuestra Isla bloqueada y de Fidel, que han advertido sin cansancio sobre el precipicio que se está bordeando, y de los nuevos Hiroshima y Nagasaki que pueden avecinarse.

La comunidad internacional, alertó, se encuentra en un momento de grave peligro: figuras prominentes abogan por un mundo sin armas nucleares, mientras la responsabilidad de la paz internacional recae en lo fundamental en los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Sin embargo, sus posesiones de armas nucleares son incompatibles con el papel privilegiado que tienen en la paz y seguridad internacionales.

Refirió con energía, desde el estrado, que el riesgo continúa hoy, oculto tras los pretextos del imperio. «Hace apenas unas horas, Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, expresó: “Estados Unidos se toma muy en serio nuestros compromisos de seguridad en la región del Golfo. Existe una amenaza real para la paz y estabilidad acá y no hemos ocultado nuestros temores sobre Irán”».

Además de esta amenaza latente se pronunció, en representación de la delegación cubana en este evento, por la necesidad de que se conozca el destino que tuvieron las armas nucleares que Estados Unidos entregó al régimen segregacionista de Sudáfrica que, como expresó Fidel en su Mensaje a los jóvenes asistentes a esta trascendental cita,  es un asunto que debe ser analizado sin cansancio.

En su intervención Yoerky expresó rotundo: El movimiento juvenil a nivel mundial exige y se suma a la comunidad internacional en la batalla por lograr un mundo sin armas nucleares, por la adopción de una convención internacional que las elimine y garantice un planeta sin este colosal peligro. «Dedíquense los multimillonarios recursos que hoy se emplean para la guerra y para mantener cerca de 25 000 ojivas nucleares, al desarrollo sostenible y pacífico de nuestros pueblos».

Sin derecho a defensa

Kenia Serrano, presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), manifestó que el imperialismo «no tiene derecho a defensa, solo a condenarse, y es el promotor de las violaciones de todos los derechos humanos».

Ejemplificó que una de las acciones principales del imperialismo consiste en la aplicación de bloqueos y sanciones económicas a aquellos países que construyen el socialismo o que emprenden una política no alineada a los dictámenes de Washington. «Debemos condenar estas posiciones. No se puede confundir la víctima con el victimario: la víctima es el pueblo, la clase trabajadora; y los victimarios son los Gobiernos que en su actitud se pliegan al imperio, encarnado por los Estados Unidos y apertrechado con sus aliados europeos», señaló.

El vietnamita Tran Dac Loi, vicepresidente permanente de la Federación de Organizaciones Amigas, también sancionó la política de bloqueos, y sanciones aplicada por Estados Unidos contra países como Cuba y la República Popular Democrática de Corea.

El imperialismo es el mayor criminal que enfrenta la humanidad, dijo, y resaltó la importancia de que los pueblos se unan para prevalecer por encima de esas fuerzas que atentan contra la sobrevivencia de la especie humana.

Andile Mnxitama, quien fungió como presidente del Tribunal, condenó con fuerza la ocupación de Marruecos en el Sahara Occidental y la crueldad de los gendarmes marroquíes que llegaron al extremo de arrestar a 11 jóvenes de ese pueblo que hoy se encuentran detenidos por el simple hecho de que venían a Sudáfrica a levantar sus voces por la independencia de su país.

En cuanto a la posición de Marruecos con respecto al Sahara, explicó que la ausencia de la delegación marroquí en el Tribunal demostraba que no les importa lo que en este encuentro se discute. «Esto realmente nos causa pesar, porque Rabat se comporta como fuerza imperial y hace uso de las armas para mantener su represión».

Explicó que el imperialismo en su forma más cruda comienza a manifestarse en el continente africano, y mencionó como ejemplo de ello la muerte de millones de seres humanos en la República Democrática del Congo en conflictos por los recursos naturales, con la injerencia de las grandes potencias.

Con respecto al caso de los cinco luchadores antiterroristas injustamente presos en Estados Unidos, Andile Mnxitama demandó a Washington que estos dignos cubanos sean liberados ya, y abogó con fuerza por el levantamiento inmediato del bloqueo.

«Quiero agradecer al pueblo cubano por la lucha que han desplegado todos estos años contra el imperialismo. Queremos testificar que la Mayor de las Antillas continúa siendo un ejemplo por su forma de vivir y su honestidad. La libertad que tenemos hoy en Sudáfrica fue ganada gracias a la sangre de sus hijos», agregó.

También recomendó que el ex presidente estadounidense George W. Bush sea declarado como un criminal de guerra: «Tiene que quedar claro que Bush debe rendir cuentas por sus crímenes».

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