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Shah Mehmood Quresh, ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica del Pakistán. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:59 pm
Paquistán culpó este viernes a la India del casi nulo avance logrado en la reanudación de los contactos bilaterales, tras considerar que las autoridades del país vecino no están preparadas mentalmente para dialogar, reporta Prensa Latina.
Las acusaciones partieron del canciller paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, quien la víspera se reunió en esta capital con su contraparte india, S. M. Krishna, para intentar retomar las conversaciones interrumpidas por Nueva Delhi a finales de 2008, raíz de los ataques terroristas de Mumbai.
La India no estaba lista para el diálogo. La falta de visión no ayudará a resolver los problemas, aseveró este viernes el jefe de la diplomacia paquistaní en declaraciones a la prensa local.
Según Qureshi, el hecho de que el canciller Krishna estuviera recibiendo instrucciones desde Nueva Delhi de forma constante demuestra que no están preparados mentalmente para el diálogo.
Agregó que la delegación india se mostró inflexible frente a los intentos paquistaníes de abordar otros temas más allá del terrorismo.
La valoración hecha por el ministro paquistaní este vienes es diametralmente opuesta a la que él mismo hizo anoche al término de la reunión, cuando afirmó en presencia de Krishna que las conversaciones habían sido francas, sinceras y honestas.
Cuestionamientos y acusaciones aparte, las pláticas de ayer fueron sólo un primer paso en el camino lleno de escollos que debe conducir a ambas partes a retomar el diálogo de paz interrumpido por Nueva Delhi tras los ataques de Mumbai.
La India ha dejado claro no habrá avances mientras Islamabad no condene a los autores intelectuales de la masacre, y se comprometa además a desmantelar las bases de los grupos radicales y separatistas anti-indios que operan desde territorio paquistaní.
Paquistán, por su parte, seguirá presionando por la reanudación del diálogo integral, donde podrá abordar sin problemas la cuestión de Cachemira y el uso de las fuentes de agua, dos temas muy caros a Islamabad.
