TEGUCIGALPA, noviembre 23.— El presidente Manuel Zelaya pidió a los gobernantes de América, a la OEA, las Naciones Unidas y la Unión Europea (UE) que no reconozcan las elecciones del 29 de noviembre, mientras Estados Unidos mostraba ya sin cortapisa su respaldo a los golpistas.
Durante sesiones celebradas por el Consejo Permanente de la OEA este lunes —que no se concretaron en ningún acuerdo—, el nuevo secretario adjunto del Departamento de Estado para América Latina, Arturo Valenzuela, afirmó que las cuestionadas elecciones del próximo domingo «no son un invento de un gobierno de facto en busca de una salida o como una forma de lavar un golpe de Estado».
Sin embargo, el grueso de la comunidad internacional entiende precisamente lo contrario, y ha manifestado su desconocimiento a las elecciones por realizarse en un país fuera de la constitucionalidad, sin garantías ni transparencia, y sin que los usurpadores hayan cumplido la demanda de restitución de Zelaya.
Valenzuela, sin embargo, dijo que EE.UU. dependerá «de los observadores internacionales de la sociedad civil y nuestros propios observadores para determinar si las elecciones cumplieron estándares internacionales», y darles su visto bueno.
En una carta que dirigió a los presidentes del continente, Zelaya alertó que alimentar este golpe pone en riesgo «la seguridad democrática del hemisferio y la estabilidad de los presidentes de América, con el surgimiento de las castas militares sobre la autoridad civil».
De otro lado, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh) denunció un incremento de la represión por parte de las fuerzas militares y policiales del régimen, expresado en amenazas de muerte contra la población y con el incremento de las detenciones ilegales y las torturas, la militarización de diversos sectores de las ciudades y la aparición de coches blindados y sin matrículas conducidos por sujetos fuertemente armados, con el rostro cubierto y sin identificación.
El Frente de Resistencia, que ha llamado a desconocer los comicios, advirtió sobre la posibilidad de nuevas jornadas de fuerte represión.