El informe final del Gobierno de Puerto Rico que exoneró a los agentes de EE.UU. que mataron al Comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros fue alterado
SAN JUAN, Puerto Rico, enero 22.— El informe final del Gobierno de Puerto Rico que exoneró a los agentes de Estados Unidos que mataron en 2005 al Comandante del Ejército Popular Boricua-Macheteros, Filiberto Ojeda, fue alterado y se eliminó del mismo la conclusión del fiscal del caso, que encontró prueba de «asesinato», afirmó la agencia NCM Noticias.
De la revisión de los dos informes, pruebas forenses y testigos se desprende que el Departamento de Justicia de Puerto Rico tiene una descripción física específica del francotirador que mató a Ojeda, que el referido agente estuvo intentando el tiro fatal desde el principio del operativo y que desde la misma noche de los hechos pudo haberse iniciado un encubrimiento.
De esta forma y a pesar de dos investigaciones oficiales —una de EE.UU. y otra de Puerto Rico— que no encontraron responsabilidad criminal, sigue vigente y sin resolverse el caso del asalto de un grupo comando a la casa de Ojeda, quien fue herido por un francotirador y murió desangrado sin que el FBI permitiera que recibiese auxilio.
En el nuevo desarrollo las figuras claves resultan ser el entonces secretario de Justicia, Roberto José Sánchez Ramos, y el recién designado jefe de la Policía nacional, José Figueroa Sancha, quien para la época del sangriento suceso era segundo al mando en la oficina del Buró Federal de Investigaciones en San Juan.
El primero fue el funcionario de mayor jerarquía encargado del informe de exoneración y el segundo coordinó la logística del operativo, añade la información noticiosa.
Copias del borrador del informe «Confidencial» del fiscal José Frank Nazario llegaron a varias entidades gubernamentales y privadas, y el abogado de Ojeda, Luis F. Abreu Elías, entregó una a NCM Noticias, que lo comparó con el informe final.
Al comparar ambos documentos, se encontró que mientras lo que había planteado el fiscal Nazario era que todavía no había pruebas suficientes para sostener las acusaciones porque faltaba evidencia en poder del FBI, el informe final decretó su «cierre y archivo».