Israel reanudó los bombardeos aéreos y la invasión terrestre a Gaza, tras una tregua de tres horas, mientras el primer ministro, Ehud Olmert, consideró hoy favorable la propuesta franco-egipcia de cese del fuego y diálogo.
El alto al fuego fue decidido por presiones del Consejo de Seguridad de la ONU para aliviar la situación humanitaria en la franja costera, cuyos residentes vieron acentuadas sus carencias desde el inicio de la agresión hebrea, el 27 de diciembre.
Sobrevuelo de aviones, bombardeos, disparos de artillería pesada y columnas de humo fueron palpables en el enclave, entrada la tarde, al reiniciarse los enfrentamientos entre los invasores israelíes y los milicianos islamistas leales al movimiento Hamas.
Al menos 686 palestinos -de ellos 275 niños- han muerto y tres mil 75 resultaron heridos por los ataques, el más letal de los cuales ocurrió ayer contra una escuela de la ONU en Jebaliyah, donde unos 40 civiles perecieron y otros 55 sufrieron lesiones.
Este miércoles la aviación hebrea realizó por lo menos 40 incursiones antes de la breve tregua y provocó la muerte de una decena de personas en el norte de la ciudad de Gaza.
Las agencias humanitarias consideraron insuficiente el período de tres horas para saciar las necesidades de 1,5 millones de habitantes que han sufrido un cruento bloqueo desde hace más de año y medio, pero varios camiones con ayuda lograron pasar los cruces fronterizos.
Alimentos, medicinas, combustible y otros víveres fueron suministrados a los puntos de distribución, mientras en las calles y algunos negocios de la ciudad de Gaza emergió una ajetreada actividad comercial con productos esenciales, incluidas velas.
Además de aceptar el denominado corredor humanitario durante tres horas diarias, el primer ministro israelí informó hoy que aceptaba la invitación de Egipto y Francia para analizar y, eventualmente, aprobar una iniciativa de armisticio en Gaza.
Tras cuatro horas de discusión, el gabinete de seguridad indicó que analizó la propuesta de establecer un mecanismo internacional para detener el contrabando de armas que se atribuye a Hamas a través de la frontera del sur de Gaza con Egipto.
Olmert agradeció las gestiones de los presidentes egipcio, Hosni Mubarak, y francés, Nicolás Sarkozy, que incluyen un alto el fuego y el despliegue de una fuerza de monitoreo extranjera en esa frontera.
Sin embargo, evadió toda referencia a dialogar directamente con Hamas, lo que –de mantenerse- induce a vaticinar poco éxito a esa iniciativa mediadora.
El gobierno de Mubarak invitó a israelíes y palestinos a una reunión urgente «para llegar a arreglos y garantías que no permitirían repetir la actual escalada».
Fuentes diplomáticas en El Cairo estimaron que, en base al plan egipcio, dentro de «cuatro o cinco días» se sellaría la zona limítrofe y dentro de ocho, podrían retirarse las tropas israelíes de Gaza.