Rafael Correa intervino en el acto de presentación del informe de la comisión auditora de la deuda externa ecuatoriana. Foto: AP Quito, noviembre 20.— Las graves violaciones registradas en la adquisición y renegociaciones de la deuda externa de Ecuador denotan la urgencia de una reforma del sistema financiero internacional, afirmó el presidente Rafael Correa.
No habrá solución integral al problema de la deuda externa mientras no se reforme la arquitectura financiera internacional, resaltó el mandatario tras recibir aquí el informe de la Comisión que realizó una auditoría a varios tramos del débito ecuatoriano, dice PL.
Puntualizó que este documento marca una pauta importante para lo que el país tendrá y deberá decir al respecto y adelantó que el gobierno buscará no pagar la deuda externa por ilegítima, corrupta e ilegal.
Correa destacó que la actual crisis financiera mundial es consecuencia de manejos oscuros y una atroz política neoliberal, que llevó a la miseria a millones de personas de naciones del tercer mundo.
Unas de las contribuciones de Ecuador para redefinir el criterio sustentable del servicio del débito es promover la reconstrucción de las estructuras económicas internacionales, aseveró el mandatario.
Para el jefe de Estado, la contribución del gobierno de Ecuador para conseguir este objetivo comienza por determinar que la deuda externa es ilegítima y promover en las Naciones Unidas la creación de un Tribunal Internacional de Arbitraje de Deuda Soberana.
Al referirse al informe sobre tramos de los compromisos asumidos por anteriores gobiernos entre 1976 y el 2006, aseveró que refleja los intereses mezquinos de ex funcionarios nacionales y de la banca internacional, en pos de empobrecer a esta nación.
En los últimos 30 años las sucesivas administraciones ecuatorianas renunciaron a su soberanía en la renegociación del débito y sus empleados de turno se sometieron a los intereses de los prestadores y agentes mundiales, señaló.
Por ello, recalcó que las anormalidades e irregularidades ocurridas en la renegociación de débitos son responsabilidad de los prestamistas y ex funcionarios ecuatorianos.
El presidente Rafael Correa criticó la sumisa posición de ex representantes nacionales que propiciaron que los compromisos públicos crecieran 18 veces entre 1976 y 1987 y el privado 24 veces.
Condenó igualmente que en diciembre de 1992, la administración de turno renunciara al derecho de prescripción del débito comercial, lo cual significó que el país siga dependiente de la banca internacional.
Tras agradecer el trabajo inédito de la Comisión, el gobernante indicó que el informe es contundente y le permitirá tomar decisiones en el futuro.
Finalmente, dijo que el saqueo y la corrupción terminaron en enero de 2007 y se buscará sancionar la falsedad, el entreguismo y el espíritu de sumisión.
Puntualizó que cada cual debe conocer su responsabilidad y pagar con sus bienes por el atroz crimen cometido con el país al someter a Ecuador a intereses de la banca financiera internacional y violar la soberanía y Constitución nacionales.
El mandatario enfatizó que los prestamistas son igualmente culpables de la ilegalidad del débito y las revelaciones del documento inédito de la Comisión serán decisivas para la definición de la futura política financiera de la nación ecuatoriana.