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Los campos de amapolas, materia prima de la heroína, cunden en Afganistán ante las narices de las fuerzas ocupantes. Foto: AFP BUDAPEST, octubre 9.— El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, dijo el jueves que su país estaría «listo para la reconciliación» con los talibanes, siempre y cuando el gobierno de Kabul se comprometa a negociar la paz de Afganistán.
«Debe haber una reconciliación definitiva, parte de un proceso político», explicó Gates al margen de la reunión de los secretarios de Defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en Budapest, reportó ANSA.
Gates subrayó que la reconciliación con los talibanes debería satisfacer los términos impuestos por el gobierno de Kabul, y que los insurgentes deberán reconocer su autoridad.
La declaración de Gates sobre la eventual «reconciliación» con los talibanes suena extraña, y quizá con el matiz de lo inevitable, toda vez que fue el gobierno de George W. Bush quien desató dos guerras como parte de su «cruzada contra el terrorismo», tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Hasta el momento, el Pentágono no ha podido contener a los insurgentes en ninguno de esos dos escenarios bélicos, y por el contrario, los multimillonarios gastos de guerra, las 4 790 bajas norteamericanas y la ausencia de un horizonte de victoria, parecen hacer recular la estrategia de dominio de EE.UU.
Según IPS, que cita un reporte de CNN desde Londres, la capital británica, las primeras reuniones entre el gobierno afgano y los talibanes se realizaron del 24 al 27 de septiembre en Arabia Saudita, en presencia del rey Abdalá bin Abdulaziz.
