La policía antimotines reprimió a los escolares. Foto: Reuters SANTIAGO DE CHILE. — Unos 470 estudiantes fueron detenidos este jueves en Chile como consecuencia de los disturbios causados en diversas protestas a lo largo del país en las que reclamaban mejoras en la educación, informaron fuentes policiales.
Los miles de manifestantes escolares y universitarios demandaron la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), la gratuidad del pasaje escolar para el transporte público, el fin del lucro en el sistema educativo y la aplicación en todo el país de la jornada escolar completa, señala EFE.
Los 600 estudiantes que en Santiago fueron autorizados por la Intendencia (gobernación) para marchar hasta el Museo de Bellas Artes a través del Parque Forestal, comenzaron su caminata en Plaza Italia custodiados por un fuerte contingente policial y gritando consignas en contra del Gobierno y el Ministerio de Educación.
La caminata, que se mantuvo en relativa tranquilidad, fue alterada cuando algunos jóvenes intentaron seguir marchando hacia el sector de Plaza de Armas, lo que no estaba permitido por lo que fueron dispersados por Carabineros con carros lanza aguas y bombas lacrimógenas.
Las protestas ocurrieron también en Valdivia, 835 kilómetros al sur de Santiago, donde la policía informó de 140 estudiantes detenidos tras incidentes y «ataques a la propiedad pública y privada». Entre los manifestantes detenidos por Carabineros, 94 son menores de edad. En Concepción fueron detenidos 73 escolares, cerca de 15 estudiantes en Valparaíso, donde hubo escaramuzas en los alrededores de la sede del Parlamento.
Idénticas movilizaciones se produjeron en las ciudades de Talca, La Serena, Ovalle y Coquimbo sin que se registraran detenidos, según reportes de Radio Bío Bío, citada por EFE.
En la movilización, convocada por la Asociación de Estudiantes Secundarios (ANES) y la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), también participan algunos dirigentes del Colegio de Profesores.
Las protestas suponen un rebrote de la llamada «revolución de los pingüinos», protagonizada por estudiantes de secundaria hace dos años y que provocó la renuncia del ministro de Educación de entonces.