Estrasburgo, febrero 20.— El ministro de Relaciones Exteriores de Serbia, Vuk Jeremic, dijo este miércoles ante el Comité Ministerial del Consejo de Europa que considerar la eventual membresía de la sureña provincia serbia de Kosovo-Metohija en esa organización, violaría la posición de principios de esta en cuanto a la no injerencia, reportó la agencia serbia Tanjug.
De igual modo, subrayó que la declaración ilegal, unilateral e ilegítima de independencia de Kosovo y Metohija «ha hecho del mundo un peor lugar».
«El mundo ha cambiado, pero no para mejor. Por el contrario, el resultado de esta acción de las autoridades de Pristina es que el orden internacional se ha vuelto menos estable y seguro», añadió Jeremic.
Durante la jornada, soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bloquearon caminos entre Serbia y el norte de Kosovo, un día antes de que tenga lugar en Belgrado, capital de Serbia, una protesta oficial contra el «robo de Kosovo», con la presencia de partidos políticos y personalidades de la cultura.
Según AP, policías de la ONU vigilaban puestos de control incendiados, mientras miles de serbios continuaban sus protestas. Los manifestantes han detonado pequeños explosivos y han realizado demostraciones de protesta en las que han participado millares de personas.
A los gritos de «No entregaremos Kosovo», unas 3 000 personas marcharon en el tenso bastión serbio de Kosovska Mitrovica rumbo a un puente que divide ambas comunidades. Policías de la ONU clausuraron el puente y helicópteros de la OTAN sobrevolaron el área.
Algunos portaban la bandera de España, una de las pocas naciones de la Unión Europea que se ha negado a reconocer a Kosovo por temor a sus movimientos separatistas, especialmente en el País Vasco y Cataluña.
Por otra parte, se prevé que cientos de miles se concentren el jueves en Belgrado, bajo el lema «Kosovo es Serbia», donde hablarán dirigentes políticos y del gobierno ante la presencia de intelectuales, como el cineasta Emir Kusturica, reportó ANSA.
También los serbios preveen un acto litúrgico en la basílica ortodoxa de San Sava para recordar que Kosovo es la cuna secular de su civilización cristiana, pese a que hoy es un enclave de mayoría musulmana.
La marcha está patrocinada en forma conjunta por el primer ministro Vojislav Kostunica, el presidente de la República, Boris Tadic, y el líder del opositor Partido Radical, Tomislav Nikolic.