WASHINGTON, octubre 21.— El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, revisó su estrategia en Iraq con los responsables militares de la zona, aunque descartó que vaya a haber cambios drásticos para hacer frente a la imparable escalada violenta en el país árabe, apunta EFE.
«Nuestro objetivo en Iraq es claro e inalterable», aseguró en su habitual discurso radiofónico grabado de los sábados, a lo que añadió que «el objetivo es la victoria».
«Nuestros comandantes sobre el terreno están ajustando constantemente su estrategia para adelantarse al enemigo, sobre todo en Bagdad», explicó Bush, quien se reunió este sábado en la Casa Blanca con John Abizaid, jefe del Mando Central de EE.UU. y máximo responsable militar para Oriente Medio.
En la reunión de 90 minutos también estuvieron presentes el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; el jefe del estado mayor conjunto de las Fuerzas Armadas, general Peter Pace; el consejero de Seguridad Nacional, Stephen Hadley, y otros altos funcionarios, dijo a EFE Nicole Guillemard, una portavoz de la Casa Blanca. Además, participaron mediante videoconferencia, el vicepresidente Dick Cheney; el jefe de las fuerzas estadounidenses en Iraq, George Casey, y el embajador de EE.UU. en ese país, Zalmay Khalilzad.
La portavoz señaló que ese mismo grupo se encontrará para consultas en las próximas semanas y aunque la Casa Blanca ha alegado que la reunión es algo rutinario, analistas destacan que la presencia de los generales en la mansión ejecutiva es algo inusual.
CNN señaló que el general Abizaid viajó a la capital estadounidense solo para ese encuentro, aunque la versión oficial dijo que pasaba «unos días de descanso». Pero el viernes tuvo otra reunión con Bush en la Casa Blanca.
Para Henri Barkey, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Lehigh en Pensilvania, la reunión confirma «el sentido de urgencia» que se percibe a raíz de la llamada violencia sectaria. En total, 78 soldados han muerto en Iraq en lo que va de octubre, el mes más letal para las tropas estadounidenses en lo que va de año y uno de los más mortíferos para los ocupantes desde el inicio de la invasión en marzo del 2003.