Los implantes hormonales están disponibles en el país en todos los hospitales ginecobstétricos provinciales y en algunos servicios municipales de Planificación familiar en policlínicos
Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida.
Woody Allen, cineasta norteamericano.
Cualquier adolescente que inicie sus relaciones sexuales puede comprender que con el uso del preservativo garantiza una vida sexual protegida, y pudiera entender rápidamente que si hace uso de cualquier otro método anticonceptivo de larga duración estaría asegurando por partida doble su salud.
El condón es el método de barrera ideal para impedir el contagio de enfermedades que pueden comprometer la fertilidad de la mujer a largo plazo y, al mismo tiempo, es un método anticonceptivo eficaz.
En caso de que se rompa o deslice, se puede acudir a la anticoncepción de emergencia, servicio que se brinda en la atención primaria de salud. Se ingieren las tabletas indicadas para evitar la fecundación, preferiblemente en las primeras 72 horas luego de la relación sexual desprotegida. Con esta alternativa no es necesario acudir a la interrupción de la gestación por métodos más riesgosos, como la regulación menstrual o el legrado.
En cuanto a los métodos anticonceptivos de larga duración, algunos tienen una eficacia comprobada de hasta cinco años, como los implantes hormonales, disponibles en el país en todos los hospitales ginecobstétricos provinciales y en algunos servicios municipales de Planificación familiar en policlínicos, según afirmó el especialista de Primer Grado en Ginecología Gabino Arman Alessandrini, funcionario del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
«Su mecanismo de acción es muy simple: libera pequeñas dosis diarias de hormona (progestágenos), y resulta muy ventajoso porque evita su paso por el hígado. Además, el retorno de la fertilidad es rápido, una vez que se retire el método», apuntó el experto.
«En Cuba contamos en la actualidad con Jadelle, una versión mejorada de Norplant, el primer implante hormonal, desarrollado en 1983. Jadelle está formado por un sistema de dos tubos o cilindros flexibles y delgados de silicona, que miden 43 milímetros de largo y 2,5 milímetros de diámetro. Cada implante contiene una mezcla de 75 miligramos de levonorgestrel y un elastómero de la silicona, sellado en sus extremos con un pegamento.
«El uso de este implante hormonal está contraindicado en pacientes aquejadas de cáncer de mama, trombosis venosa profunda o embolia pulmonar aguda. Tampoco es recomendable su uso en mujeres con enfermedades hepáticas, cardiopatías isquémicas, lupus eritematoso o jaqueca (migraña) con aura», puntualizó.
Añadió Arman Alessandrini que este implante se inserta debajo de la piel del brazo de forma sencilla y rápida, mediante un pequeño pinchazo bajo anestesia local, durante los primeros días de un ciclo de menstruación.
«Estos implantes deben ser colocados y retirados por el personal de salud entrenado para ello, para lo cual se imparte la preparación requerida a nuestros especialistas de manera sistemática», acotó.
Las mujeres con abundantes reglas o anemia se verán beneficiadas al usarlo, porque las menstruaciones con el implante son menos frecuentes y más ligeras, agregó, y subrayó que también es perfecto para quienes siguen amamantando, pues se puede utilizar sin interrumpir la lactancia.
Detalló el especialista que los implantes hormonales pueden provocar falta de menstruación (amenorrea) o sangrado infrecuente en dos de cada diez mujeres que lo usan, pero el sangrado prolongado solo aparece en una de cada diez. «Sobre todo aparecen en los primeros días y disminuye a medida que transcurre el tiempo de la inserción», comentó.
Enfatizó el funcionario del Minsap que los implantes hormonales evitan la fecundación, pero no impiden el contagio de infecciones de transmisión sexual, ITS.
«Es esencial que la pareja lo comprenda: el uso de la doble protección les proporcionará mayor bienestar, en tanto se pueden disfrutar las relaciones sexuales sin riesgo alguno», concluyó.