Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Hablar antes y evitar el después

Juventud Rebelde conversó con estudiantes de nivel medio de la Isla de la Juventud sobre el embarazo en edades tempranas

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

Los amores son como las setas, que no sabe uno si son venenosas hasta que ya las ha comido y es demasiado tarde.

Tristan Bernard

El embarazo en edades tempranas resultó el tema más recurrente en las charlas que sostuvimos la semana pasada con estudiantes de nivel medio de la Isla de la Juventud. Tanto muchachas como varones preguntaron sobre el modo de evitarlo, el riesgo de asumirlo y las consecuencias de su interrupción para la salud de las adolescentes.

Un par de décadas atrás el tema se hablaba casi entre susurros. Hoy el número de abortos antes de cumplir los 20 años es un problema de salud en toda América, uno de los principales riesgos asociados a las prácticas sexuales entre adolescentes y una de las cinco primeras causas de muerte para ese grupo poblacional.

Según el ginecólogo cubano Aldo Rodríguez, la razón directa de este fenómeno es el inicio de las relaciones sexuales sin esperar a la madurez psicológica necesaria para dar ese paso, precocidad que implica un alto costo social en cualquiera de sus posibles salidas: abortar, o continuar el embarazo sin estar realmente lista.

La confianza tiene su precio

Aunque los anticonceptivos están disponibles en la farmacia y nadie se cuestiona formalmente su adquisición a cualquier edad, ocho de cada diez muchachas van a su primera relación sin protegerse, y algunas solo empiezan a cuidarse después de vivir la experiencia de un aborto o de un parto.

La interrupción no es una técnica concebida para regular la fecundidad. La salud de muchas mujeres, y en especial de las adolescentes, puede complicarse durante este proceder, sobre todo si solicitan el servicio en un período avanzado de gestación.

«Muchas no vienen antes porque temen el regaño familiar, no saben reconocer los síntomas o están renuentes a aceptar la situación. A algunas les falta confianza en los adultos y excesiva fe en métodos poco eficaces a su edad como el coito interrupto o el conteo del ciclo ovulatorio», alerta el doctor Rodríguez.

Lo peor es que a pesar del susto y las advertencias, muchas se embarazan de nuevo y regresan al salón, en lugar de protegerse. Al preguntarles sus razones alegan que confían en las instituciones de salud del país, donde el aborto es gratuito y está a cargo de profesionales.

Si el servicio no estuviera disponible en los hospitales igual tendrían lugar interrupciones, pero en condiciones de mayor peligro para la salud y la vida, como en otros países de la región, comentaron muchachas pineras con quienes debatimos acerca de este asunto a propósito del ejemplo que ofrece la novela brasileña Passione.

«Por eso no basta con hablar a las niñas y adolescentes del derecho a decidir sobre sus cuerpos: es preciso recalcar la importancia de que decidan bien, con responsabilidad, y de aprender a asumir las consecuencias de cada acto para su salud reproductiva», defiende la máster Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX.

Cifras desafiantes

El embarazo adolescente es un asunto prioritario para el sistema de salud cubano. Un equipo del capitalino hospital ginecobstétrico González Coro, encabezado por el doctor Luis Ernesto Formoso, entrevistó a un grupo considerable de mujeres para ganar elementos que ayudaran a perfeccionar la labor preventiva desde la atención primaria.

La edad de inicio de las relaciones sexuales en estas muchachas osciló entre los 13 y los 18 años, con gran mayoría entre los 15 y 16, lo cual confirma el matiz cultural que tiene ese primer acto sexual —muchas veces asociado a las fotos de 15—, y la poca seriedad que le otorgan en el plano biológico a este paso, preocupación expresada por especialistas en varios eventos científicos del país.

Otro dato interesante es que en casi todos los casos la familia de la joven conocía del embarazo y la decisión de interrumpirlo, lo cual habla bien del vínculo intrafamiliar en momentos de conflictos, pero demuestra poco intercambio preventivo o un enfoque aún ineficaz del asunto.

Alarmante resulta que más del 80 por ciento de esas chicas eran solteras y una de cada tres decidió no informar al hombre sobre el embarazo o sobre la decisión tomada. Tales cifras confirman estudios de corte más sociocultural, como los de la doctora Laura Alvarés, quien en su relación profesional con adolescentes varones ha escuchado una y otra vez que el embarazo «no es asunto de ellos, sino de las mujeres», y por tanto alerta sobre la necesidad de inculcar tempranamente en uno y otro sexo el interés por la salud reproductiva y el cuidado de la fecundidad.

Otra revelación del equipo del González Coro es que más del 90 por ciento de las jóvenes eran estudiantes. La principal razón esgrimida para interrumpir el embarazo era la continuación de estudios, pero muchas decían también sentirse muy jóvenes y no preparadas para asumir el reto de ser madres, tanto en lo afectivo como en lo económico.

El 86 por ciento confesó no desear un hijo en ese momento, pero reconoció que el hecho no fue tan accidental, puesto que no usaban métodos anticonceptivos sistemáticos. Lo peor es que incluso después del proceder quirúrgico muchas no asumieron la necesidad de incorporarlos a su rutina.

La información sobre el mecanismo para abortar, cuándo y dónde hacerlo la obtuvieron de la misma familia o las amistades en más del 60 por ciento de los casos. Ese dato reafirma la idea de que en los hogares existe un diálogo —o tal vez un discurso— sobre los inconvenientes de la maternidad temprana, pero en sus casos el mensaje resultó incompleto y obviamente mal aprovechado.

Tal vez la ineficacia radique en que el énfasis suele ponerse en el «después» de las relaciones sexuales y no en el antes o en el para qué… y así será mientras persista en nuestra sociedad un divorcio simbólico entre el erotismo y sus consecuencias en la vida de nuestros adolescentes. Una asignatura pendiente para muchas familias que se dicen modernas.

Encuentros

El 1ro. de diciembre, Día Mundial de Respuesta al VIH-sida, en todas las provincias se realizarán acciones educativas para detener la epidemia y a favor de los derechos de las personas portadoras del virus. Para sumarte a esta campaña puedes empezar por ti: ¿Sabes dónde hacerte la prueba anónima? Llama al 830-3156. En LineAyuda siempre hay una voz para conjurar los nubarrones de la duda.

Lázaro Cow, promotor de salud y colaborador de Sexo Sentido, invita a la gala nacional de esta jornada, que se desarrollará el próximo miércoles 30, a las 8:30 p.m., en el capitalino teatro Lázaro Peña. La entrada es libre.

Y como la amistad no tiene momento fijo, pueden escribirle a Lisandra, laime@dpjch.minjus.cu; raydel@hcqho.hlg.sld.cu; Julio Antonio, juang@ucp.lt.rimed.cu; yuneisy@elecch.une.cu; Dayron, miangelito@has.sld.cu; rosariom@elecch.une.cu; Maikel, asispob@dirprov.scu.sld.cu; Laura, sreprodcion@cima-minag.cu; Reinaldo, rjlegra@ecg.moa.minbas.cu; anet@elecch.une.cu; pedrodearmasrodriguez@yahoo.es; yaretnis@cim.sld.cu;  yaraimy84@princesa.pri.sld.cu; Juan Ismael, mariluz@grannet.grm.sld.cu; yanisleidy@puertonv.transnet.cu y Dany, ileanacips@ceniai.inf.cu.

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