Jóvenes del Instituto de Geografía Tropical, junto a investigadores de más experiencia, realizan estudios complejos en diferentes territorios del país, que ponen en evidencia el carácter sistémico de esta ciencia y su aplicación práctica a los procesos del desarrollo
Listar de memoria los nombres de las capitales de todos los países o localizar ríos, llanuras y montañas en un mapa fue quizá la aspiración de quien, siendo niño, se sintió atraído por la Geografía. Sin embargo, los geógrafos son capaces de hacer mucho más que eso, y definitivamente constituyen un eslabón esencial en el desarrollo económico y social de una nación.
En Cuba, donde se fundó el 9 de marzo de 1962 el Instituto de Geografía (denominado de Geografía Tropical después de 1995), quedó muy claro siempre que debía existir una institución que se dedicara a los estudios geográficos complejos, los estudios sistémicos del medio ambiente y, más recientemente, al desarrollo de la geomática aplicada.
Su actual director, Jorge Ángel Luis Machín, asevera que a pocos meses de celebrar sus seis décadas, los 119 trabajadores —de los cuales 40 son jóvenes— continúan aportando conocimientos y soluciones geográficas, ambientales y geomáticas, con énfasis en el ordenamiento ambiental y el despliegue de infraestructuras de datos espaciales para contribuir a las estrategias de adaptación al cambio climático, la mitigación de desastres, la seguridad alimentaria y la gestión costera, en función del desarrollo sostenible.
Destaca el también Presidente de la Sociedad Cubana de Geografía que la institución, cuya página web es http://www.geotech.cu/, brinda servicios de información científica, telemáticos, especializados, de asesoría, consultoría y asistencia técnica en temas geográficos, ambientales, de datos espaciales, de Geomática y teleinformática.
Son varios los proyectos científico-técnicos que se desarrollan, muchos de los cuales tributan a la Tarea Vida, subraya Luis Machín. Destaca el alcance internacional de un gran número de proyectos como el de Bases Ambientales para la Sostenibilidad Alimentaria Local (Basal), entre otros, y la directriz fundamental es abogar por el aprovechamiento racional de los recursos del país, la más adecuada transformación del medio natural y socioeconómico para el beneficio de la sociedad y la recopilación de la información geográfica.
«La versión 1.0 del Atlas Nacional de Cuba, en formato multimedia a partir de la aplicación de modernos procedimientos tecnológicos es un proyecto de innovación que aunó a varias entidades y que constituye un resultado palpable, aunque no definitivo, de la labor necesaria del Instituto de Geografía Tropical.
«Pero además se llevan a cabo estudios complejos en diferentes territorios del país, que ponen en evidencia el carácter sistémico de la Geografía y su aplicación práctica a los procesos del desarrollo», explicó.
Francisco Cutié Rizo, vicedirector científico, ponderó la importancia del repositorio digital del Instituto, el incremento de las publicaciones de la editora Geotch, así como la reactivación de la Revista Cubana de Geografía.
«En el Sistema de Información de Gobierno desempeñamos un papel importante, a partir de InfoGeo, por ejemplo, y nos esforzamos para que cada esfuerzo nuestro tenga una incidencia directa en la sociedad», agregó Cutié Rizo.
Luis Machín revela que investigadores de la entidad participarán próximamente en un proyecto con Nicaragua para la degradación de tierras y el manejo de cuencas, así como en la elaboración de un catálogo de productos, tecnologías y servicios de colaboración Sur-Sur, dirigido por la Universidad de La Habana a partir de un proyecto con Panamá.
«La Geografía no es una camisa de fuerza, sino un traje a la medida, y por ello podemos ajustarnos a las necesidades del país y responder ante ellas», aseguró el Director.
El geógrafo Dayniel Hernández Mestre, apasionado de la Geomática, precisa que esta es la base de todos los proyectos e investigaciones que se generan, en tanto ofrece amplias posibilidades en la recolección y manejo de tecnologías de información geográfica en el mundo actual. Fue muy útil, acota, para la elaboración del reciente Atlas…, que como proyecto vivo se actualizará, corregirá y se estandarizarán sus parámetros constantemente.
El geógrafo Dayniel Hernández Mestre.Fotos: Pablo Massip
«He participado en numerosos proyectos, como los estudios de Peligro, vulnerabilidad y riesgo de inundación costera en varios municipios de la capital, para los que empleamos modelos de simulación, y más recientemente integré los equipos de apoyo al Ministerio de Salud Pública en la obtención de la información que se realiza a diario sobre la COVID-19.
«Ahora trabajo en el Mapa de Contaminación Sónica de La Habana, una investigación necesaria y ambiciosa porque manejaremos grandes volúmenes de datos y realizaremos simulaciones de grandes dimensiones. Además estamos involucrados en la mapoteca de cada territorio, porque es vital que se logre ese servicio a nivel nacional.
«Con la Geomática se puede realizar todo lo soñado. Los diferentes servicios de las imágenes satelitales en el mundo, la mayoría pagados, ofrecen muchas posibilidades. La teledetección, por ejemplo, tiene numerosas aplicaciones asociadas a la cobertura vegetal, a los cambios en la arqueología, el análisis de inundaciones, los mapas de uso de la tierra, la salud de la vegetación… y además se abaratan los procesos investigativos, porque con el uso de las imágenes satelitales no es necesario ir al campo, aunque corroborar in situ es parte de la investigación».
La bióloga Denise Reyes Pérez.Fotos: Pablo Massip
La bióloga Denise Reyes Pérez trabaja en el proyecto de Propuesta de un Modelo de Ordenamiento Ambiental como base para la conservación de la diversidad biológica, Iweco Habana, que tiene como base el manejo integrado de las cuencas y de las áreas costeras del río Guanabo, en la capital; el Ariguanabo, en San Antonio de los Baños; el Agabama, en Sancti Spíritus, y el San Juan, en Santiago de Cuba.
«Este estudio-proyecto, liderado por el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos, persigue complementar la planificación territorial con el ordenamiento ambiental. Las cuencas poseen elevada riqueza biológica y a su alrededor existen asentamientos humanos e intensas actividades industriales, por lo que consideramos fundamental aportar una caracterización natural, demográfica y socioeconómica de las áreas en estudio y diagnosticar dificultades y usos potenciales para lograr la compatibilidad de criterios y que se obtenga un desarrollo sostenible en el municipio. Aspiramos además a que investigaciones como esta se repliquen en el resto de las cuencas de importancia del país», dijo Reyes Pérez.
El fortalecimiento del Sistema de Información Ambiental Nacional sobre la Plataforma, InfoGEO, se extenderá próximamente a toda Cuba, apunta la licenciada en Ciencias de la Información Gabrielle González Someillán, pues hasta la fecha solo en Pinar del Río y Matanzas se han apreciado los satisfactorios resultados de contar con un sistema eficiente que articule información ambiental dispersa, así como las investigaciones, evaluaciones, indicadores y la normativa de este ámbito.
«Desde la captura del dato primario hasta el punto final, que son los tomadores de decisiones, automatizamos los procesos. Monitoreamos la información en salas situacionales y ahora estamos inmersos en la fase de implementación y puesta en marcha del sistema, que ya funciona totalmente en Matanzas».
La licenciada en Ciencias de la Información Gabrielle González Someillán.Fotos: Pablo Massip
González Someillán refiere que además se pretende vincular el sistema a la soberanía y la seguridad alimentaria, introduciendo la agricultura 4.0 como un nuevo modo de hacer, y respetando la biodiversidad mediante la creación de fincas inteligentes.
«Además de hacer el sistema, ofrecemos servicios científico-tecnológicos en cuanto al asesoramiento de diseños de información para cada proyecto que surge en una entidad determinada».
Diosbel Vázquez Viera, vicedirector tecnológico del Instituto de Geografía Tropical.Fotos: Pablo Massip
El vicedirector, Diosbel Vázquez Viera, puntualiza que InfoGEO es también un proyecto tecnológico y «valoramos la posibilidad de incluirle más tecnología a la captación de la información de los indicadores. Que no dé la información una persona al colocarla en la plataforma, sino que se logre con sensores remotos, capaces de captar la información de manera automatizada y generarla en los mapas. Así se evitan confusiones y se gana en rapidez».
Los beneficios económicos y ambientales de la diversidad biológica en Cuba, en apoyo a la toma de decisiones en sectores y paisajes productivos, es la médula de EcoValor, un proyecto liderado por el Centro Nacional de Áreas Protegidas que se enfoca en desarrollar herramientas económico-ambientales para propiciar el diálogo entre los tomadores de decisiones y los científicos.
El economista Raúl Rangel Cura.Fotos: Pablo Massip
El economista Raúl Rangel Cura insiste en la importancia de analizar los problemas ambientales desde la economía. «Otorgarles un valor a los recursos naturales y planificar la economía es imprescindible en estos tiempos.
«Es difícil darle un valor monetario a algo que es tan subjetivo en ocasiones, pero es necesario analizar las implicaciones económicas que puede tener desarrollar un determinado plan, estrategia o proyecto si se ignora la degradación o el agotamiento de un recurso natural específico».
Desde diciembre de 2018, agrega Rangel Cura, los profesionales asociados a EcoValor han trabajado en Holguín, Matanzas, Las Tunas, Villa Clara y Pinar del Río, y al reanudar los trabajos en esta etapa esperan promover la emisión de normativas que incluyan saberes y herramientas que prevean los efectos adversos de de cualquier toma de decisiones en un determinado emplazamiento con valor ambiental.
El proyecto, precisa, responde a la Estrategia de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, al implementar incentivos económicos para lograr la sostenibilidad financiera en el uso y conservación de los recursos naturales y el medio ambiente, la lucha contra la contaminación y el enfrentamiento al cambio climático.
Comenta el joven que en la propuesta de Ley de Medio Ambiente que se presentará ante la Asamblea Nacional del Poder Popular se evidencian pasos de avance en este sentido, pues se reconoce el valor de los recursos así como el uso de instrumentos económicos que penalicen o incentiven determinadas conductas ambientales.
La geógrafa Diana de la Garma.Fotos: Pablo Massip
La geógrafa Diana de la Garma, quien estuvo durante tres meses trabajando 24x72 horas como parte del grupo de apoyo al Centro de Dirección Ministerial de la Dirección de Vigilancia en Salud del país, considera que en tiempos de pandemia la Geografía se acercó a la cotidianidad de los cubanos a través de los partes informativos que ofrece el doctor Francisco Durán, en tanto se ha visto un uso con impacto social de esta ciencia, más allá de nombrar ciudades o accidentes geográficos.
«Un equipo del Instituto de Geografía Tropical asumió la elaboración de mapas dinámicos y estudios integrales con vistas a acrecentar la eficacia en la gestión de riesgos sanitarios para hacer frente a la crítica situación epidemiológica que enfrenta el mundo desde 2020», contó Diana de la Garma.
Ella afirma que Cuba, con numerosos valores naturales, necesita el ordenamiento ambiental. «¿Qué potencialidades tiene determinado territorio que pueden ser aprovechadas desde el punto de vista económico y social sin que se dañe su valor ambiental? Un análisis profundo para indagar en la respuesta a esa interrogante arrojará no solo el aprovechamiento eficiente de los recursos, sino, y sobre todo, un impulso al desarrollo del país».
Debe ser un trabajo multidisciplinario, y la Geografía, como enseñara la pedagoga y geógrafa Sara Ysalgué, es la madre de todas las ciencias, no porque de esta brotaron las demás, sino porque ella, por excelencia, como base necesaria para asegurar el bienestar del ser humano, las abraza y las une.
El proyecto de Propuesta de un Modelo de Ordenamiento Ambiental como base para la conservación de la diversidad biológica, Iweco
Habana, se sustenta en el manejo integrado de las cuencas y de las áreas costeras del río Guanabo.
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