En el Congreso Italo-Latinoamericano de Etnomedicina, delegados del Instituto de Ecología y Sistemática hablaron sobre la actividad biológica de especies del género Croton y se evidenció la amplia y rica diversidad vegetal cubana, con más de 7 000 especies de plantas con flores
Hasta de la flor nacional —la mariposa— los hombres de la ciencia cubana han sido capaces de extraer un principio activo curativo. Pero no solo de eso se debatió en el recién finalizado XVIII Congreso Italo-Latinoamericano de Etnomedicina y el VIII Taller Internacional sobre la Química de los Productos Naturales, en el Palacio de las Convenciones.
Delegados del Instituto de Ecología y Sistemática hablaron sobre la actividad biológica de especies del género Croton y se evidenció la amplia y rica diversidad vegetal cubana, con más de 7 000 especies de plantas con flores y un 49,3 por ciento de endemismo.
El género Croton, de la familia Euphorbiaceae, resalta por sus 28 especies exclusivas de Cuba y por su empleo en Medicina Tradicional como diurético, antiespamódico, antimalárico, insecticida, molusquicida y nematicida, con posibilidades de obtención y desarrollo de diferentes bioproductos de impacto.
El Centro de Química Farmacéutica de La Habana abordó los aceites esenciales de la corteza y el tronco de la Bursera graveolens, oriunda de Ecuador —el Palo Santo o Sasafrás— que se ha usado en otras naciones para tratar múltiples afecciones. En Cuba se ha empleado contra la neuralgia, el catarro, el reuma, como diurético, antiespasmódico, insecticida y para tratar las afecciones oftálmicas.
El Grupo Empresarial Labiofam, de Boyeros, en Ciudad de La Habana, llevó un suplemento dietético a partir de los desechos de pseudotallos del plátano, para mejorar la calidad de vida de personas que sufren enfermedades colorrectales.
El Instituto de Investigaciones Fundamentales de la Agricultura Tropical, el Instituto de Ecología y Sistemática y el Centro de Estudios de Productos Naturales, disertó en torno a la Jatropha aethiopica —la «Fruta bomba de jardín»—, traída de México, de la familia Euphorbiaceae y que Juan Tomás Roig denominó «Mata diabetes», con el fin de curar la diabetes y disminuir el colesterol por sus facultades antioxidantes y farmacológicas.
Las plantas aromáticas con propósitos culinarios y medicinales fueron mostradas en una «multimedia» por el Instituto de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova, de Bejucal, La Habana.
Esa multimedia expone además que los sabios Hipócrates (400-367 a.n.e) y Dioscórides (s.I de n.e.) estudiaron el valor curativo de estas 11 especies: albahaca, cilantro, cúrcuma, eneldo, hierbabuena, jengibre, menta, orégano, perejil, romero y tomillo. Se orienta la popularización de estas plantas en huertos escolares y se incluye un instructivo técnico con fines multipropósito.
El anuncio por el Departamento de Gestión de Información del Centro de Química Farmacéutica (Playa, Ciudad de La Habana) de la edición de un libro sobre plantas medicinales para tratar enfermedades del sistema nervioso central como el Alzheimer, el Parkinson, las cefaleas, la esclerosis múltiple, la astenia, el insomnio, la ansiedad y otras, también captó el interés de los asistentes.
Se supo asimismo de la creación de un sitio web de plantas silvestres comestibles y medicinales por el Instituto Politécnico de Informática Carlos Hidalgo Díaz, de Pinar del Río.
Otra novedad del evento fue la presentación del medicamento Inmunosan, tabletas de Anamú (Petiveria alliacea), del Laboratorio Oriente, el Centro de Toxicología y Medicina y el Hospital Infantil Norte Juan de la Cruz Martínez, los tres de Santiago de Cuba, que ya está inscripto en el Registro de Medicina de Origen Natural de Uso Humano, por el Centro para el Control Estatal de los Medicamentos de Cuba.