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Presidente electo Donald Trump. Autor: Russia Today Publicado: 27/11/2024 | 09:29 am
El presidente de Estados Unidos Donald Trump no conoce límites para su desprecio de humanos y naciones. En lo que parece ser su entretenimiento favorito, que refuerza el gobierno autoritario que inició el 20 de enero, ha firmado un nuevo decreto que implica la expulsión forzosa de 30 000 inmigrantes y utilizará como campo de concentración la Base Naval en el territorio que ilegalmente ocupan en Guantánamo.
La decisión anunciada forma parte del masivo plan de deportaciones que ya tiene en ejecución y afirmó este miércoles que estos son «los peores inmigrantes ilegales criminales que amenazan al pueblo estadounidense», la falsa acusación con la que está poniendo en práctica una política xenófoba y racista que le hace émulo del fascismo.
En su sarta de mentiras para justificar odio y desdén, ha dicho en este caso: «Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan porque no queremos que regresen, así que los vamos a enviar a Guantánamo. Esto duplicará nuestra capacidad de inmediato, ¿no es así? Y es difícil. Es un lugar difícil de donde salir. Las firmas de hoy nos acercan un paso más para erradicar el azote de la delincuencia migratoria en nuestras comunidades de una vez por todas».
Trump prolonga en el tiempo a su base como campo de tortura y detención ilegal de la CIA y del Pentágono, una función que inició el 11 de enero de 2002 George W. Bush, el hijo, tras el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York y como parte de las invasiones y cruentas guerras contra Irak y Afganistán bajo la denominación falsa de «guerra contra el terrorismo».
Desde entonces 780 musulmanes, a quienes ni siquiera reconocieron como prisioneros de guerra, fueron encerrados en ese centro de reclusión militar de alta seguridad, incluso desde otros centros de detención clandestinos de la CIA en diversas partes del mundo, sin saber causas, sin juicio, en aislamiento, en total ilegalidad y secreto, sin derecho a ninguna de las protecciones de los Convenios de Ginebra.
A duras pena el mundo pudo conocer algunos detalles de aquella infamia, aunque algunos presidentes de Estados Unidos prometieron cerrar el campo de concentración, ninguno lo hizo, y ha pasado casi un cuarto de siglo. Una parte fueron puestos en libertad y enviados a sus países de origen tras muchos años de denuncia de organizaciones de derechos humanos. Nueve murieron durante el encierro, siete de ellos se dice que por suicidio y todavía unos 40 sufren en ese encierro, sin cargo ni juicio.
También en 2010, Estados Unidos la utilizó para instalar a quienes huía de la vecina Haití tras el catastrófico y letal terremoto de aquel año – El año pasado, Biden hizo otro tanto para quienes huía de las condiciones cada vez peores en un Haití asolado por pandillas, epidemias, desastres naturales y miseria generalizada.
La determinación de Trump implicará, probablemente, un incremento de sus fuerzas militares en el área. Esto puede verse como una amenaza adicional para Cuba y para la región caribeña. El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en una respuesta primera en su cuenta en la red social X escribió:
«En acto de brutalidad, nuevo gobierno de Estados Unidos anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal».
