MOSCÚ, octubre 14.— Rusia advirtió que los ejercicios militares iniciados este lunes por la OTAN solo sirven para exacerbar tensiones y están provocando una nueva escalada.
Las declaraciones las formuló el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, luego de conocerse el inicio del ejercicio nuclear Steadfast Noon, que el nuevo titular de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, anunció como «una prueba importante de la disuasión nuclear de la Alianza» y «un mensaje claro a cualquier adversario de que la OTAN protegerá y defenderá a todos los aliados».
Del otro lado, sin embargo, Rusia alertó por voz de Peskov que «en las condiciones de la guerra caliente que se libra en el marco del conflicto ucraniano, por supuesto, tales ejercicios no conducen a otra cosa que a una mayor escalada de la tensión», dijo a periodistas.
Las maniobras se realizan a 900 kilómetros de la frontera rusa e incluyen vuelos, principalmente, sobre los países receptores: Bélgica y Países Bajos, y en el espacio aéreo de Dinamarca, Reino Unido y el mar del Norte, con la participación de 2 000 militares y 60 aeronaves, entre las que se hallan bombarderos y cazas capaces de transportar armas nucleares, así como aviones de escolta, reabastecimiento, reconocimiento y guerra electrónica, describió RT. En total, toman parte 18 países.
Desde el punto de vista militar, el objetivo fue descrito como un ensayo del lanzamiento y uso de las armas nucleares tácticas estadounidenses emplazadas en Europa, agregó el despacho, al citar la información publicada en el sitio web de la Alianza, que identifica los ejercicios como de carácter anual.
Observadores, no obstante, apuntaron que las maniobras tienen lugar en el contexto de las declaraciones formuladas por el presidente estadounidense Joe Biden, quien manifestó su disposición a negociar la reducción de los arsenales nucleares con Rusia, China y la República Popular Democrática de Corea, y se refirió a la amenaza que representan esos armamentos «a causa de los peligros del mundo actual».
Algunas semanas atrás, el presidente ruso Vladímir Putin había dado a conocer la decisión de introducir cambios a la doctrina nuclear de su país, en virtud de los cuales se proponía considerar como un ataque conjunto «una agresión contra Rusia por parte de cualquier Estado no nuclear, pero con la participación o el apoyo de un Estado nuclear».
Las nuevas condiciones para la transición de su país al uso de armas nucleares establecen también que se considerará esa posibilidad «una vez que recibamos información confiable sobre el lanzamiento masivo de armas de ataque aeroespaciales y su cruce de nuestra frontera estatal», dijo Putin en alusión, por ejemplo, a aviones estratégicos o tácticos, misiles de crucero, drones, aviones hipersónicos y otros.
Igualmente, Moscú se reserva ahora el derecho de usar armas nucleares en caso de una agresión contra el país o Belarús «como miembro del Estado de la Unión» e, incluso, «si el enemigo, utilizando armas convencionales, crea una amenaza crítica» a la soberanía de Rusia, añadió el Jefe de Estado.
Los acontecimientos tienen como escenario el cuantioso apoyo financiero y militar a Ucrania por parte de la Unión Europea (UE) y EE. UU., lo que ha alejado la posibilidad de conversaciones que lleven a una salida política, como ha denunciado Moscú mientras se recrudecen las sanciones.
Este lunes se conoció que el Comité de Exteriores de la UE dio luz verde a un proyecto hace rato propuesto para utilizar los fondos ilegalmente congelados al Banco ruso y ascendentes a unos 220 000 millones de euros, para financiar nuevos armamentos con destino a Kiev, reportó PL.
El texto aprobado habla de usar el dinero que le correspondería a Moscú por concepto de intereses. Muchos gobiernos se siguen resistiendo a los desembolsos que el respaldo incondicional a Ucrania han significado para las economías de sus naciones, por lo que esta medida podría resultar una válvula de escape para sus finanzas.
Pero el proyecto aún debe ser aprobado por el Parlamento Europeo.